Las consecuencias de un intercambio de armas nucleares podrían incluir “un enfriamiento prolongado, un colapso agrícola y agitación social”, según un estudio.
Además de matar a millones, una guerra entre Rusia y Estados Unidos podría resultar en un “invierno nuclear” que devastaría la atmósfera de la Tierra y conduciría a una reducción drástica en la producción agrícola, dijo un grupo de científicos estadounidenses.
Un equipo dirigido por un profesor asistente de investigación de la Universidad Estatal de Pensilvania, Yuning Shi, publicó los resultados de su estimulación de una guerra entre las dos mayores potencias nucleares en un artículo en Environmental Research Letters a principios de este mes.
Según el documento, “una guerra nuclear global” podría liberar hasta 150 millones de toneladas de hollín a la atmósfera, lo que provocaría “un enfriamiento prolongado, un colapso agrícola y agitación social a una escala sin precedentes”.
En tal escenario, las precipitaciones y la radiación solar disminuirían hasta un 70% a nivel global, lo que provocaría que la temperatura media del aire bajara más de 15 grados Celsius, indicó.
Debido a este “invierno nuclear”, la producción anual de maíz, en la que se centraron los científicos, podría disminuir hasta en un 80%, señala el documento.
Las cadenas de suministro y el comercio también podrían verse gravemente perturbadas, lo que agravaría aún más la situación del sector agrícola y provocaría una hambruna regional o mundial, subrayaron los investigadores. Según sus estimaciones, se necesitarían entre siete y doce años para restablecer los niveles de producción alimentaria.
Comprender el daño posible de un intercambio nuclear y prepararse para ello es “crucial” dadas las tendencias geopolíticas actuales, incluido el conflicto de Ucrania, las tensiones entre India y Pakistán y la inestabilidad en el Medio Oriente que han “minado la frágil distensión que prevaleció durante los últimos años de la Guerra Fría”, subrayó el documento.
Shi y sus colegas propusieron desarrollar lo que llamaron “Kits de Resiliencia Agrícola” de semillas y paquetes de tecnología específicos para cada región y clima que sirvan como “amortiguador contra la incertidumbre” en caso de un “invierno nuclear”.
El mes pasado, Nikolay Patrushev, asesor de seguridad nacional del presidente Vladimir Putin, acusó a las potencias occidentales de “desplegar su maquinaria militar contra Rusia y delirar con escenarios de apocalipsis nuclear”.
Moscú ha negado repetidamente las afirmaciones de Estados Unidos y la Unión Europea sobre la intención de usar armas nucleares durante el conflicto de Ucrania.
Sin embargo, Rusia actualizó su doctrina nuclear en 2023, permitiendo el uso de dichas armas como medida disuasoria para prevenir la agresión de potencias hostiles y bloques militares que poseen armas de destrucción masiva o grandes arsenales de armas convencionales.