Decenas de miles de personas se han reunido en Belgrado desde el viernes para mostrar su apoyo al presidente Aleksandar Vucic ante las importantes protestas antigubernamentales en Serbia.
Las manifestaciones estudiantiles contra la presunta corrupción y la negligencia gubernamental se han prolongado en el país durante meses. Las protestas, desencadenadas por el derrumbe mortal de una marquesina de hormigón en la estación de tren de Novy Sad en noviembre de 2024, culminaron en una multitudinaria manifestación en Belgrado el 15 de marzo, seguida de enfrentamientos entre decenas de manifestantes y la policía.
Durante las manifestaciones filmadas, Vucic declaró que “la revolución de colores ha terminado”, añadiendo que “pueden caminar todo lo que quieran, pero de eso no saldrá nada”.
.El primer ministro húngaro, Viktor Orban, se dirigió a la manifestación a través de un enlace de video y afirmó: “Los patriotas serbios pueden contar con sus homólogos húngaros”.
El opositor Partido Libertad y Justicia (SSP) ha acusado a las fuerzas de seguridad de utilizar un dispositivo acústico de largo alcance (LRAD), tecnología de control de multitudes diseñada originalmente por la Marina de Estados Unidos y que supone un riesgo significativo de daño auditivo, en las protestas del 15 de marzo.
El gobierno de Vucic ha alegado que el “estado profundo” de Estados Unidos y las agencias de inteligencia europeas están incitando la ola de protestas en represalia por la negativa de Serbia a respaldar políticas antirrusas.