Los diputados franceses en Estrasburgo y París están presionando a Francia para que se oponga al acuerdo comercial del Mercosur en medio del temor de que la UE pueda intentar cerrar un acuerdo este año, según una carta reciente vista por Euronews y los políticos que trabajan en el acuerdo.
Las negociaciones entre la UE y los países del Mercosur –Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay– para levantar barreras comerciales como los aranceles y crear una zona de libre comercio comenzaron hace casi 20 años con el objetivo de crear un área comercial que abarcara a 780 millones de personas y exportaciones e importaciones anuales por un valor de entre 40.000 y 45.000 millones de euros.
En 2019 se alcanzó un acuerdo sobre el Mercosur, pero varios estados miembros de la UE lo bloquearon debido a la falta de compromisos ambientales contenidos en el borrador del acuerdo. El impacto en la agricultura de la UE también fue motivo de preocupación, ya que la UE se comprometería a abrir sus mercados con aranceles más bajos para los cupos de productos como la carne de vacuno, el azúcar y las aves de corral procedentes de América del Sur.
Desde entonces, la Comisión afirma que las negociaciones nunca se han detenido y que los países del Mercosur han organizado varias rondas de negociaciones en Brasil en 2024, la última de las cuales tuvo lugar a principios de este mes. Bajo la presión de los agricultores franceses, el presidente francés, Emmanuel Macron, se ha pronunciado en repetidas ocasiones en contra del acuerdo. Sin embargo, la Comisión apoya el acuerdo, ya que la mayoría de los Estados miembros de la UE desean acceder a nuevos mercados y romper la dependencia de la UE de China.
En una carta enviada al primer ministro francés, Michel Barnier, el 10 de octubre, vista por Euronews, algunos eurodiputados verdes franceses pidieron a Francia que se opusiera al mandato de negociación de la Comisión Europea y que creara una minoría de bloqueo en el Consejo de la UE contra el acuerdo.
Según los Verdes franceses, respaldados por algunos eurodiputados belgas, holandeses, italianos y españoles, el acuerdo sería “perjudicial para la biodiversidad y los bosques, pero también para los agricultores y los trabajadores, que se ven en una competencia desleal con mercados donde los estándares ambientales y sociales son más bajos”.
El diputado francés Pascal Lecamp, que representa al grupo liberal Les Democrates, ha liderado la oposición francesa al acuerdo con el Mercosur y ha encabezado una resolución adoptada en junio de 2023 por la Asamblea Nacional francesa pidiendo que el acuerdo respete las normas medioambientales y de producción europeas.
“Mi grupo político se reunió con Michel Barnier justo antes de que fuera nombrado primer ministro; nos aseguraron que se oponía al acuerdo”, declaró Lecamp a Euronews.
“Podemos comerciar con Sudamérica en muchos sectores, pero es imposible en la agricultura si queremos mantener 500.000 granjas en Francia y conservar nuestra soberanía alimentaria”, dijo Lecamp, añadiendo que pretende aumentar la presión sobre el gobierno francés a medida que el año termina con un acuerdo inminente.
El acuerdo del Mercosur incluye componentes comerciales y políticos, lo que significa que requeriría la ratificación en los parlamentos nacionales y a nivel de la UE, pero a los políticos franceses les preocupa que el elemento comercial pueda quedar excluido de un acuerdo cuya ratificación sea competencia exclusiva de la UE. La resolución de 2023 de Lecamp advirtió sobre este riesgo: “No aceptaríamos que el acuerdo se apruebe a la fuerza sin una ratificación nacional”.
Si la Comisión llega a un acuerdo con Sudamérica, el Parlamento Europeo deberá aprobarlo, y los eurodiputados franceses también están aumentando su oposición. La eurodiputada francesa de Renew Marie-Pierre Vedrenne, miembro de la comisión de Comercio del Parlamento, dijo a Euronews que había detectado un cambio de actitud entre sus colegas desde las elecciones europeas de junio.
Vedrenne proviene de la base agrícola de Bretaña. En 2020 logró persuadir a sus colegas españoles de Renew para que se opusieran a la tendencia de España -que ha apoyado ampliamente al Mercosur- de respaldar una enmienda que se oponía a la adopción del acuerdo comercial a menos que se establecieran fuertes garantías ambientales.
Hoy se pregunta si los eurodiputados votarían de la misma manera. “En este tema, el nuevo parlamento es volátil. No sabemos cómo votaría el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos. ¿Y el S&D? ¿Están todos detrás de los alemanes y los españoles?”.
“Tenemos que ejercer presión antes de que se cierre el acuerdo”, declaró la eurodiputada verde francesa Majdouline Sbaï, señalando la urgencia de detener las negociaciones.
“Tal como está, no es un tratado aceptable”, dijo el presidente Macron esta semana, cuando se le preguntó sobre el acuerdo después de la cumbre del Consejo de la UE, subrayando la sensibilidad del Mercosur dentro del debate político interno francés.
“Exigimos un respeto sustancial de los acuerdos de París, de las cláusulas espejo y de la protección de los intereses, de las industrias y de los agricultores europeos, porque se trata de una cuestión de igualdad de condiciones”, añadió Macron.