Científicos italianos desarrollan hoy un proyecto de nuevas neuroprótesis que serán capaces de captar sensaciones como humedad, temperatura y presión, un salto tecnológico con innumerables ventajas y aplicaciones.
La investigadora Anna María Coclite, experta del Departamento de Física de la Universidad de Bari, ciudad de la sureña región de Apulia, señaló en declaraciones divulgadas en el sitio digital de la publicación Fanpage, que el objetivo es construir prótesis similares a un miembro humano, con sensores portátiles que restablezcan el tacto.
“Quien tenga una de estas prótesis podrá sentir lo que toque”, expresó Coclite, pues la sensación táctil se restaura mediante pequeños estímulos eléctricos, un proyecto iniciado en 2016, en el que trabajan de conjunto el Departamento Interuniversitario de Física de la Universidad Aldo Moro y el Politécnico de Bari.
“Las neuroprótesis ya existen, pero es imposible que quien las lleva sienta calor, frío, humedad, sequedad o aspereza” y “por el momento los pacientes pueden mover la prótesis pero no sienten ninguna diferencia si sostienen una taza de té caliente o una bebida fría en sus manos”, señaló la experta.
Las nuevas neuroprótesis pueden conectarse al sistema nervioso y por lo tanto actuar sobre la médula espinal mediante estimulación eléctrica, y recubriendo las mismas con sensores se restaurar la sensación táctil, aunque esta es sólo una de las posibles aplicaciones que podría tener este tipo de investigación, explicó.
Como otras posibilidades, esta tecnología posibilitará la monitorización de actividades deportivas al proporcionar información sobre la hidratación, la frecuencia cardíaca o los cambios de temperatura en los atletas.
Están hechos de dos materiales, uno que cambia de forma dependiendo de la humedad y la temperatura y otro que produce una corriente eléctrica cuando debido a una presión se deforma, y combinando ambos es posible detectar los tres estímulos a la vez, simplificación que permite miniaturizar el dispositivo.
“Contamos ya con los sensores portátiles, y es el momento de encontrar una aplicación para ellos con un prototipo que funcione en su entorno específico”, aseveró la especialista, quien consideró que todavía queda mucho trabajo por hacer para optimizarlos, ampliar la vida útil de los mismos y su sistema de transmisión de datos, agrega la fuente.