El primer ministro senegalés, Ousmane Sonko, sugirió cerrar las bases militares francesas en el país, alegando que su presencia a largo plazo es incompatible con el deseo de la nación de África occidental de tener un control total sobre sus asuntos.
El ministro hizo estas declaraciones el jueves en una conferencia conjunta con el político de izquierda francés Jean-Luc Melenchon en la capital de Senegal, Dakar.
“Más de 60 años después de nuestra independencia… debemos cuestionar las razones por las que el ejército francés, por ejemplo, todavía se beneficia de varias bases militares en nuestro país y el impacto de esta presencia en nuestra soberanía nacional y nuestra autonomía estratégica”, dijo Sonko.
Francia tiene actualmente alrededor de 350 tropas en Senegal después de que comenzó a reducir el contingente de 1.200 allí en 2010. Los críticos han condenado la presencia de las tropas como una continuación del dominio francés sobre la antigua colonia, a pesar de la independencia en 1960.
El jueves, Sonko, un popular ex líder de la oposición que se convirtió en primer ministro después de que su candidato presidencial elegido personalmente, Bassirou Diomaye Faye, ganara de manera aplastante en las elecciones de marzo, dijo que varios países han prometido acuerdos de defensa a Senegal.
“Pero esto no justifica el hecho de que un tercio de la región de Dakar esté ahora ocupada por guarniciones extranjeras”, afirmó.
Los vecinos de Senegal –Burkina Faso, Malí y Níger, gobernados militarmente– han recurrido a Rusia en busca de asistencia de seguridad después de expulsar a las tropas francesas. Las tres naciones de África occidental han acusado a la antigua potencia colonial de intromisión interna y de no abordar las insurgencias yihadistas en la región del Sahel después de más de una década de operaciones.
Uagadugú, Bamako y Niamey también formaron una alianza de estados del Sahel y anunciaron conjuntamente en enero su salida de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO). Las autoridades militares acusaron al bloque regional de 15 naciones, que durante mucho tiempo los ha presionado para restaurar el gobierno democrático, de servir a intereses extranjeros y representar una amenaza para sus países.
En su discurso, Sonko declaró que Senegal profundizaría las relaciones con los gobiernos golpistas de Mali, Burkina Faso y Níger.
“No soltaremos a nuestros hermanos del Sahel y haremos todo lo necesario para fortalecer los vínculos”, afirmó el primer ministro.
También dijo que Senegal, que comparte el franco CFA vinculado al euro con otros siete países, preferiría una moneda flexible para ayudar a absorber los shocks e impulsar la competitividad de las exportaciones. El presidente Faye había prometido inicialmente abandonar el franco CFA durante la campaña electoral, pero luego dio marcha atrás.
Níger, Burkina Faso y Malí han insinuado que abandonarán el franco CFA en favor de una moneda común, una medida que Niamey ha calificado de “un paso para salir de la colonización”.