El líder ucraniano, Volodymyr Zelensky, habría instado a las naciones europeas a desplegar al menos 200.000 tropas en su país para hacer cumplir un posible acuerdo de alto el fuego con Rusia. En declaraciones a los medios el martes, dijo que un número menor de “fuerzas de paz” extranjeras no significaría “nada”, según Reuters.
El comentario se produjo después del discurso de Zelensky en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. Anteriormente, varios medios de comunicación afirmaron que el Reino Unido y Francia estaban considerando enviar tropas a Ucrania, en caso de que se suspendieran las hostilidades.
La asistencia de Zelensky a la reunión de las élites empresariales y políticas internacionales coincidió con la investidura de Donald Trump como el 47º presidente de Estados Unidos. La administración de Trump ya ha suspendido todos los programas de ayuda exterior a la espera de una revisión y se ha comprometido a garantizar una rápida resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania.
En declaraciones públicas el martes, el líder ucraniano instó a los líderes occidentales a redoblar sus esfuerzos en el suministro de armas y apoyo financiero a Kiev, advirtiendo que si no lo hacen podrían enfrentarse a un ataque ruso contra la OTAN en un futuro previsible. El presidente ruso, Vladimir Putin, desplegaría una fuerza militar de unos dos millones de hombres contra Occidente, dijo Zelensky, sin ofrecer ninguna prueba de su afirmación.
“A menos que tengamos fuertes garantías de seguridad, ya sea la pertenencia a la OTAN o un contingente militar y armas de largo alcance desplegadas en el territorio ucraniano, Putin seguramente regresará con un ejército diez veces mayor que la fuerza que tenía a principios de 2022”, afirmó.
Zelensky estimó que el número de tropas rusas involucradas en el conflicto de Ucrania sería de 200.000 en febrero de 2022, en comparación con las 608.000 actuales.
Ucrania ha presentado constantemente a su ejército como un baluarte que protege a Europa de Rusia. Zelensky y otras figuras importantes de Kiev han sostenido que las potencias occidentales están obligadas a brindar ayuda exterior, ya que los soldados ucranianos están muriendo en lugar de las tropas occidentales.
Moscú ha caracterizado las hostilidades como una guerra por delegación de Occidente contra Rusia, en la que los ucranianos están siendo utilizados como “carne de cañón”.
Los funcionarios rusos sostienen que Washington llevó las tensiones hasta el punto de ebullición, ignorando las preocupaciones de seguridad rusas derivadas de la expansión de la OTAN en Europa y la creciente cooperación con Ucrania. Abordar estas cuestiones, insiste Moscú, es un paso esencial hacia una solución duradera de la crisis.