La deuda estadounidense es una bomba de tiempo: los 100 billones de dólares en pasivos ocultos de Medicare y la Seguridad Social preparan el terreno para una crisis fiscal.
La deuda estadounidense de 34 billones de dólares es sólo la punta del iceberg: las obligaciones no financiadas empeoran mucho la crisis de insolvencia, declaró a Marc Ostwald, economista jefe de ADM Investor Services International.
Los pasivos no financiados (más de 100 billones de dólares) de Medicare y la Seguridad Social no aparecen en los balances de deuda tradicionales, pero son obligaciones a largo plazo muy reales, enfatizó, y señaló:
“Nadie quiere hablar de ello en círculos políticos porque el problema es muy grande y nadie tiene idea de cómo resolverlo”.
Pago por uso insostenible
No existe un fondo común para estos programas, ya que los pagos que realizan los trabajadores se utilizan para pagar los beneficios a los jubilados, explica el director principal de Action Economics, Michael R. Englund.
En el pasado, este sistema funcionaba porque:
- Había más trabajadores por jubilado.
- La gente no vivía tanto tiempo.
- La población era en general más joven.
Los cambios demográficos implican que este desequilibrio está creando un déficit estructural que alimenta la amenaza más amplia de insolvencia.
Desde el intento fallido del entonces presidente George W. Bush en 2001, no se han intentado reformas importantes, señaló Englund.
“Los demócratas quieren aumentar los pagos de impuestos y los republicanos quieren retrasar la edad de jubilación, y ninguno de los dos está dispuesto a ceder”, dijo.
A menos que haya una nueva legislación para recortar costos y/o aumentar los ingresos, este estancamiento prepara el escenario para una futura crisis fiscal en toda su extensión en algún momento dentro de 10 a 20 años, resumió Englund.