Las mujeres que dicen haber sido abusadas por Jeffrey Epstein están sintiéndose ansiosas por el manejo que hace el Departamento de Justicia de Estados Unidos de los registros relacionados con el delincuente sexual convicto.
Algunas de las víctimas respaldan la publicación de las transcripciones del gran jurado, que según dicen es algo que se debería haber hecho hace tiempo para lograr una mayor transparencia, mientras que otras han expresado su preocupación por posibles violaciones a su privacidad y cuestionan las motivaciones de la administración Trump.
.En cartas dirigidas a los jueces federales de Nueva York esta semana, varias víctimas dijeron personalmente o a través de sus abogados que apoyarían la desclasificación de las transcripciones del gran jurado y los testimonios relacionados con el juicio del financiero caído en desgracia, sujeto a algunas condiciones.
Dijeron que estarían abiertos a esos registros, que llevaron a las condenas penales de Jeffrey Epstein y su ex novia y cómplice, la socialité británica Ghislaine Maxwell, si el gobierno aceptaba permitirles revisar el material y redactar información confidencial.
El Departamento de Justicia, dirigido por la fiscal general Pam Bondi, ha pedido al tribunal que tome la inusual medida de revelar esos documentos, a medida que aumenta la presión sobre la administración Trump por parte de partidarios y críticos por igual, y muchos creen que el presidente estadounidense puede estar personalmente implicado.
Trump había prometido en su campaña electoral “descubrir los secretos del Estado profundo”, entre ellos, las conspiraciones que rodean a Epstein, cuyos archivos y procedimientos judiciales han estado en gran medida sellados desde su condena.
Los medios de comunicación estadounidenses informaron que Trump, otrora amigo cercano de Epstein, fue nombrado en varios documentos, lo que llevó al público a creer que la decisión de la administración de no publicar ninguna evidencia nueva a pesar de las promesas de hacerlo, podría tener motivaciones políticas para proteger a Trump.
Otras víctimas han acusado a Trump de dejar de lado a las víctimas mientras intenta desviar la atención de Epstein, quien se suicidó en 2019 mientras esperaba el juicio por cargos de abusar sexualmente habitualmente de niñas menores de edad en sus residencias estadounidenses e islas privadas en el Caribe.
Algunas víctimas dicen que Trump, en su afán por limpiar su nombre y hacer que el escándalo desaparezca, podría darle a Maxwell, quien consiguió y traficó niñas menores de edad para Epstein, clemencia e inmunidad ante futuros procesos judiciales, o mejores condiciones de vida en prisión como parte de un acuerdo si testifica ante el Congreso.
“No soy un peón en su guerra política”, escribió una presunta víctima en una carta presentada al tribunal por su abogado esta semana. “Lo que han hecho y siguen haciendo me corroe día tras día, contribuyendo a perpetuar esta historia indefinidamente”.
“Todo esto es muy agotador”, añadió otra víctima en una carta presentada anónimamente a un juez federal el miércoles.
El mes pasado, el Departamento de Justicia anunció que no publicaría archivos adicionales relacionados con la investigación de tráfico sexual de Epstein, lo que provocó indignación interna.
La decisión fue posteriormente revocada bajo presión y se solicitó la publicación de las transcripciones del gran jurado. Los jueces que decidirán sobre la publicación de las transcripciones pidieron a las víctimas que compartieran su opinión sobre el asunto.
Sin embargo, un abogado de Maxwell se ha opuesto estrictamente a la divulgación de esos registros porque, según él, constituiría una violación del secreto tradicional del gran jurado.
“Jeffrey Epstein ha muerto. Ghislaine Maxwell no”, declaró Oscar Markus, abogado de Maxwell. También enfatizó que la socialité caída en desgracia debe tener voz y voto en el asunto, afirmando que “la acusada está viva, sus opciones legales son viables y sus derechos al debido proceso se mantienen”.