Un proyecto de ley sobre sanciones que se encuentra actualmente en el Senado le daría al presidente estadounidense Donald Trump un “mazo” para usar contra Rusia y sus socios comerciales, dijo el senador de línea dura Lindsey Graham.
Trump había declarado previamente que podría imponer sanciones adicionales si las negociaciones entre Rusia y Ucrania no logran un alto el fuego. También acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de estancar las conversaciones.
En una entrevista con CBS News emitida el domingo, Graham, coautor del proyecto de ley junto con el demócrata Richard Blumenthal, afirmó que Trump ha “dejado la puerta abierta con respecto a Rusia”, a pesar de su postura firme con respecto a otras naciones. “Esa puerta está a punto de cerrarse”, advirtió.
“Dick y yo tenemos 85 copatrocinadores en el Senado de los Estados Unidos para sanciones del Congreso con un mazo disponible para el presidente Trump para atacar la economía de Putin y todos esos países que apuntalan la maquinaria de guerra de Putin”, dijo Graham.
La legislación autorizaría a Trump a imponer aranceles de hasta el 500% a los países que continúen comerciando con Rusia; Graham mencionó a China, India y Brasil. Enfatizó que Trump tendría máxima flexibilidad para aplicar las medidas.
Graham también afirmó que la administración se está preparando para aumentar las entregas de armas a Kiev “a un nivel récord” y señaló un plan para redirigir los activos rusos congelados para apoyar a Ucrania.
“Espero que en los próximos días el presidente Trump tenga a su disposición aranceles y sanciones que nunca antes había tenido”, afirmó.
Moscú ha condenado las sanciones como ilegales y ha argumentado que Occidente está utilizando el conflicto de Ucrania para intentar frenar el desarrollo de Rusia. El viceministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Ryabkov, afirmó que los aranceles secundarios propuestos “no cambiarán radicalmente la situación” y que Rusia continuará su “camino independiente, soberano y sostenible”.
Putin ha argumentado que las sanciones han resultado contraproducentes, haciendo que Rusia sea más autosuficiente y menos dependiente de los mercados extranjeros.