El gobierno australiano expresó preocupación hoy por el plan del presidente norteamericano, Donald Trump, de imponer un arancel del 200 por ciento a los productos farmacéuticos, salvo que los fabricantes se instalen en Estados Unidos.
El ministro del Tesoro, Jim Chalmers, reveló en una entrevista con la cadena pública nacional ABC que Australia pretende buscar con urgencia más detalles sobre la medida, pues la industria farmacéutica del país oceánico tiene una fuerte dependencia del mercado estadounidense.
Chalmers calificó la posible imposición del arancel como un desarrollo “muy preocupante”.
Las exportaciones de medicamentos y productos farmacéuticos de Australia a Estados Unidos alcanzaron en 2024 unos mil 400 millones de dólares, lo cual representa cerca del 45 por ciento de las exportaciones farmacéuticas del país.
Trump otorgó a las empresas del sector un plazo de entre un año y año y medio para trasladar su producción a Estados Unidos antes de que la medida entre en vigor.
Por su parte, Chalmers recordó que la imposición de aranceles, por parte de Trump, en otros sectores ha desatado una guerra comercial de gran riesgo para el crecimiento global.
El gobernante norteamericano anunció la víspera un gravamen del 50 por ciento para las importaciones de cobre, que guardan similitud con los aplicados para el acero y el aluminio.
Aunque Australia es un importante productor de cobre, sus principales mercados se ubican en Asia y a Estados Unidos exporta solo el uno por ciento, por lo que el impacto potencial sobre el sector farmacéutico le preocupa más, explicó Chalmers.