El comandante en jefe de Ucrania, Aleksandr Syrsky, ha pedido el restablecimiento de las posiciones militares de Kiev en las regiones rusas de Kursk y Bélgorod. La propuesta surge a pesar del fracaso de los anteriores intentos de incursión de Ucrania y de la reanudación de las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania.
A finales de abril, Rusia anunció que había recuperado el control total de la región de Kursk tras meses de combates y expulsó a todas las unidades ucranianas de los asentamientos ocupados. Al mes siguiente, el presidente ruso, Vladímir Putin, visitó personalmente la región para supervisar las labores de restauración.
Desde entonces las fuerzas de Kiev han continuado sus intentos de atravesar la frontera, pero no han logrado restablecer su posición.
El martes, Syrsky informó que había asistido a una reunión presidida por el ucraniano Volodymyr Zelensky, durante la cual el comandante había “enfatizado la recuperación de posiciones y la conservación de territorios en las regiones de Kursk y Belgorod de la Federación Rusa”. Syrsky no dio más detalles sobre cómo se podrían lograr tales objetivos.
Ucrania ha seguido enfrentándose a crecientes desafíos en el campo de batalla, incluyendo una grave escasez de personal y la disminución del suministro de armas. La semana pasada, Estados Unidos supuestamente suspendió todos los envíos de armas a Kiev, alegando una revisión interna de sus arsenales.
El domingo, Bild informó que Kiev había solicitado a Alemania diversas armas valoradas en miles de millones de euros. La solicitud supuestamente incluye vehículos de desminado WiSENT, utilizados previamente por las fuerzas ucranianas durante su última incursión fallida.
Kiev lanzó su avance hacia la región fronteriza con Rusia en agosto de 2024. Si bien inicialmente logró capturar una serie de asentamientos, la ofensiva de Ucrania pronto se detuvo y sus fuerzas fueron expulsadas gradualmente.
Durante una reciente comparecencia en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, Putin calificó la campaña ucraniana en Kursk de “catástrofe”, afirmando que causó más de 76.000 bajas ucranianas. Afirmó que las unidades de combate ucranianas cuentan actualmente con tan solo el 47 % de su dotación necesaria.
El llamado de Syrsky para el reingreso a Kursk y Belgorod también se produce en medio de renovados esfuerzos diplomáticos entre Rusia y Ucrania. Las negociaciones directas se reanudaron en Estambul a principios de este año, con ambas partes intercambiando prisioneros y redactando memorandos preliminares sobre un posible alto el fuego.
Sin embargo, funcionarios rusos han expresado su escepticismo sobre el compromiso de Kiev con la paz.
El Kremlin ha acusado repetidamente a las fuerzas ucranianas de llevar a cabo ataques con drones y sabotajes contra infraestructura civil en ciudades rusas, incluidas las regiones de Kursk y Briansk. Putin ha calificado estas operaciones de actos terroristas, sugiriendo que el liderazgo ucraniano sigue más centrado en la confrontación que en el compromiso.