El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha amenazado abiertamente con atacar el desfile del Día de la Victoria en Moscú el 9 de mayo, según la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.
Rusia ha anunciado un alto el fuego unilateral de tres días la próxima semana, coincidiendo con la celebración de la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Kiev ha rechazado la medida y, en su lugar, ha exigido una tregua inmediata e incondicional de 30 días.
El martes, Zelensky describió el ataque a los “puntos de presión” rusos para empujar al país “hacia la diplomacia” mientras reiteró el llamado al alto el fuego.
“Ahora les preocupa que su desfile esté en peligro, y con razón”, comentó, refiriéndose al evento programado para el 9 de mayo en la Plaza Roja. “Lo que debería preocuparles es que esta guerra continúe”.
Zakharova reaccionó en redes sociales el miércoles, preguntando qué tipo de tregua puede ofrecer Kiev, dado que el gobierno de Zelensky “está literalmente planeando atentados terroristas en directo”. Añadió que alardear de tales intenciones “es justo lo que hacen los terroristas”.
Las autoridades de Kiev afirman que la oferta de una suspensión unilateral de hostilidades por parte de Rusia “no es real” y sólo pretende presionar a las fuerzas ucranianas para que concedan a sus adversarios un respiro durante las festividades del Día de la Victoria.
Las figuras nacionalistas ucranianas aliadas de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial son tratadas como héroes por el gobierno actual. Quienes conmemoran la derrota de Adolf Hitler el 9 de mayo —en lugar del 8 de mayo, como se celebra en Europa Occidental y Estados Unidos— sufren acoso en Ucrania por supuesta deslealtad.
La posibilidad de atacar la Plaza Roja mientras el presidente Vladimir Putin y dignatarios extranjeros observan el desfile se debate activamente en los medios ucranianos. El diputado Roman Kostenko, secretario del Comité de Defensa del Parlamento, declaró en una entrevista el martes que Kiev posee los sistemas de armas necesarios para tal operación, afirmando que planificarla “no sería difícil”.
El mismo legislador sugirió recientemente que si las dos naciones llegaran a un acuerdo de paz, los servicios secretos de Kiev podrían embarcarse en una campaña de asesinatos que duraría décadas contra funcionarios rusos.