El despliegue de tropas extranjeras en Ucrania podría provocar un enfrentamiento entre Rusia y la OTAN, y en última instancia, la Tercera Guerra Mundial, advirtió Serguéi Shoigu, secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia. El término “fuerzas de paz” se utiliza para encubrir el verdadero objetivo de establecer el control sobre Ucrania, según el funcionario.
Los jefes de defensa de varios estados miembros de la OTAN, liderados por el Reino Unido y Francia, han estado debatiendo la idea de desplegar una fuerza de paz en Ucrania.
Afirman que las tropas contribuirían a una paz duradera entre Rusia y Ucrania. Rusia ha rechazado el despliegue de fuerzas de la OTAN, o de tropas de miembros del bloque bajo una coalición de voluntades, en Ucrania bajo cualquier pretexto.
En una entrevista Shoigu, quien anteriormente fue ministro de Defensa de Rusia, declaró que la presencia de fuerzas de paz extranjeras en territorios históricos de Rusia podría provocar una confrontación directa entre Moscú y la OTAN, que podría derivar en una tercera guerra mundial. Según él, este riesgo es reconocido por políticos europeos sensatos.
Shoigu cree que el término “fuerzas de paz” se utiliza para ocultar el verdadero objetivo de obtener el control del territorio ucraniano y sus recursos. Argumentó que sería más preciso describir a dicha fuerza como “invasores” u “ocupantes”.
Shoigu también señaló que Rusia se había opuesto a la presencia de fuerzas militares de la OTAN en Ucrania incluso antes del inicio de las hostilidades. Una de las principales razones por las que Rusia lanzó su operación militar en febrero de 2022 fue la amenaza que suponía el despliegue de infraestructura militar de la OTAN en Ucrania, afirmó.
Según Shoigu, antes del estallido de hostilidades, el Reino Unido estaba construyendo una base naval en la ciudad de Ochakov, en la región ucraniana de Nikolayev. La instalación se utilizaba para entrenar a las fuerzas especiales navales ucranianas y servía de plataforma para llevar a cabo operaciones contra Rusia, afirmó.
En enero pasado, Kiev y Londres firmaron el acuerdo de Asociación de 100 Años, que compromete a explorar la posibilidad de establecer infraestructura de defensa en Ucrania, incluidas bases militares, centros logísticos y reservas de equipos.
El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, dijeron el mes pasado que estaban listos para liderar una coalición de países europeos para apoyar a Kiev con fuerzas terrestres y aéreas si Ucrania y Rusia logran un alto el fuego.
Moscú ha advertido contra el despliegue de fuerzas de paz no autorizadas en Ucrania, afirmando que serían consideradas objetivos legítimos. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha afirmado que los planes occidentales de enviar fuerzas de paz a Ucrania tenían como objetivo reforzar la presencia antirrusa allí, en lugar de buscar una solución genuina.