Después de su visita no programada a Santa María la Mayor el sábado, el Papa Francisco hizo otra aparición sorpresa en su silla de ruedas el domingo por la mañana, cruzando la Plaza de San Pedro en el Vaticano al final de la Misa del Domingo de Ramos.
Entre aplausos y oraciones, el pontífice saludó y bendijo a los fieles. Tras completar el recorrido por la plaza, el papa regresó a sus aposentos en Santa Marta.
Cuando vemos la multitud de hombres y mujeres que el odio y la violencia arrojan al camino del Calvario, recordemos que Dios transforma este camino en lugar de redención, porque lo recorrió dando su vida por nosotros», escribió el Papa en su homilía de la Misa del Domingo de Ramos leída por el cardenal Leonardo Sandri en una plaza repleta de fieles.
Ante la atroz injusticia del mal, llevar la cruz de Cristo nunca es en vano, más aún, es el modo más concreto de compartir su amor salvador, añadió el pontífice en su discurso.
La pasión de Jesús se convierte en compasión cuando tendemos la mano a quien ya no la soporta, cuando levantamos a quien ha caído, cuando abrazamos a quien está desanimado», explicó.
El Papa Francisco aún se recupera de su enfermedad tras pasar 38 días internado en el policlínico Gemelli de Roma por una neumonía doble, que por momentos llegó a ser crítica, según sus médicos.
Tras salir del hospital, continuó con sus funciones como jefe de la Iglesia Católica y del Vaticano, aunque sin dirigir ceremonias religiosas públicas, y ha aparecido públicamente varias veces en la última semana.
El jueves realizó una visita sorpresa a la Catedral de San Pedro, mientras que el sábado visitó la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
El miércoles, se reunió con la realeza británica, el rey Carlos III y la reina Camila, en una aparición inesperada. El domingo pasado, regresó a la Plaza de San Pedro por primera vez para saludar a los fieles en la misa del Jubileo, el año santo de la Iglesia católica.