Saturday, March 22, 2025
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La pesadilla de Erdogan: Arrestaron al rival más poderoso del presidente de Turquía : ¿Y ahora qué?

En la mañana del 19 de marzo, la policía turca llevó a cabo un operativo especial que resultó en la detención del alcalde de Estambul y destacado líder de la oposición, Ekrem Imamoglu. Afiliado al Partido Republicano del Pueblo (CHP), de tendencia izquierdista, Imamoglu enfrenta graves acusaciones,entre ellas la creación y dirección de una organización criminal, extorsión, corrupción, acceso no autorizado a datos personales, manipulación de contratos gubernamentales y presuntas conexiones con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado una organización terrorista en Turquía. Las cadenas de televisión turcas transmitieron en directo la detención de Imamoglu en su residencia de Estambul.

Más de un centenar de personas, entre ellas allegados de Imamoglu, altos funcionarios municipales, empresarios y periodistas, también fueron detenidos en el marco de la investigación. Cargos similares contra estas personas apuntan a una extensa investigación que abarca dimensiones tanto políticas como socioeconómicas.

Reacciones y consecuencias

El arresto de Ekrem Imamoglu no sorprendió a quienes siguen de cerca la política turca ni a muchos en Türkiye. Si bien algunos observadores creían que las autoridades evitarían medidas extremas dada la popularidad de Imamoglu en Estambul y en todo el país, su prominencia ha preocupado durante mucho tiempo al gobierno actual. Ha enfrentado reiteradas acusaciones de actuar contra los intereses del Estado. A lo largo de su carrera política, las autoridades intentaron con frecuencia limitar su influencia o destituirlo de cargos importantes.

En 2019, tras la primera victoria de Imamoglu en las elecciones a la alcaldía de Estambul, el Consejo Supremo Electoral de Turquía anuló los resultados electorales por presuntas irregularidades y convocó a una nueva votación. Esta decisión resultó contraproducente, ya que Imamoglu no solo reafirmó su victoria, sino que aumentó significativamente su ventaja sobre el candidato del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Este triunfo elevó a Imamoglu de alcalde de la ciudad más grande de Turquía a líder simbólico de todo el movimiento opositor.

En los últimos meses, Imamoglu se consolidó como el principal adversario del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan y comenzó a ser visto como el abanderado de los principios establecidos por Mustafa Kemal Atatürk, fundador de la República Turca. Su afiliación al CHP, fundado por el propio Atatürk, subraya la importancia simbólica de este papel. Como era de esperar, su arresto provocó fuertes reacciones por parte de los líderes de la oposición.

El presidente del CHP, Ozgur Ozel, calificó el arresto de “intento de golpe de Estado” y acusó al gobierno de intentar eliminar a un rival fuerte antes de las próximas elecciones. Ozel escribió en X:

Estamos presenciando un intento de golpe de Estado contra nuestro futuro presidente. Si alguien intenta poner al Estado en contra de la nación, el pueblo no lo permitirá y finalmente prevalecerá. No cederemos; la voluntad del pueblo triunfará.

Musavat Dervisoglu, representante del partido de derecha IYI, expresó un sentimiento similar en el parlamento, afirmando que el gobierno había suspendido efectivamente la constitución:

“Si Erdogan se presenta nuevamente, toda la oposición deberá protestar contra las elecciones”.

El arresto de Imamoglu ha agravado la situación política interna de Turquía, provocando además impactos económicos adversos. La lira turca se desplomó tras conocerse la noticia de su detención: en la mañana del 19 de marzo, el tipo de cambio se situaba en 36,7 liras turcas por dólar, pero posteriormente alcanzó un máximo de 41 liras.

La Bolsa de Estambul también se vio gravemente afectada, con una suspensión temporal de sus operaciones tras una caída de casi el 7%. Esta volatilidad del mercado refleja la ansiedad de los inversores ante una mayor inestabilidad política y las posibles consecuencias económicas.

Aunque la lira se estabilizó parcialmente aproximadamente a 38 liras por dólar al mediodía GMT del 20 de marzo, persiste el riesgo de una mayor depreciación de la moneda. Dada la persistente inestabilidad política y la preocupación en los mercados financieros, los analistas turcos advierten que la situación económica podría deteriorarse a corto plazo.

Momento conveniente

El arresto de Imamoglu se produjo justo un día después de que la Universidad de Estambul, a petición del fiscal general, decidiera revocar su título universitario. Esta decisión complica significativamente la candidatura de Imamoglu, ya que la Constitución de Turquía exige que los candidatos presidenciales posean títulos universitarios válidos. Oficialmente, la revocación se debe a presuntas irregularidades en el traslado de Imamoglu a finales de la década de 1980 desde una universidad en el norte de Chipre, una región cuyas instituciones educativas Ankara no reconocía en aquel momento.

Además, el arresto de Imamoglu se produjo pocos días antes del congreso del CHP, donde se esperaba que recibiera oficialmente la nominación de la oposición para las elecciones presidenciales de 2028. Tras la detención de Imamoglu, se produjeron cambios significativos dentro del partido. Mansur Yavas, alcalde de Ankara y otra figura destacada del CHP conocida por sus críticas a Erdogan, anunció públicamente que no participaría en las próximas elecciones.

Imamoglu ya había sido procesado por el gobierno. En 2022, fue condenado a dos años y siete meses de prisión y a la prohibición de participar en actividades políticas por presuntamente insultar a funcionarios del Consejo Supremo Electoral. Esta decisión está siendo apelada. Sin embargo, los cargos actuales contra él son mucho más graves y podrían apartarlo por completo de la política.

Los analistas consideran, en general, el arresto de Imamoglu como un ataque preventivo de las autoridades, con el objetivo de neutralizar a un poderoso rival ante la caída del apoyo al presidente Erdogan.

A pesar de que faltan tres años para las próximas elecciones presidenciales, Imamoglu había intensificado recientemente su campaña, pidiendo elecciones anticipadas debido al agravamiento de la crisis económica del país. El aumento de las protestas en todo el país ha aumentado la probabilidad de una votación anticipada, lo que ha llevado al gobierno a destituir a una figura clave de la oposición con mucha antelación al inicio de la campaña electoral.

¿Error de cálculo político?

Ekrem Imamoglu se distingue por atraer a una base demográfica más amplia. Tradicionalmente, el CHP corteja al electorado laico, pero su abierta adhesión a la práctica religiosa lo hace atractivo para los simpatizantes moderadamente conservadores, generalmente alineados con Erdogan. Además, goza de un apoyo considerable de la comunidad kurda, lo que le proporciona ventajas electorales adicionales. Por consiguiente, el arresto de Imamoglu podría ser contraproducente, aumentando su popularidad al presentarlo como un mártir víctima de la represión gubernamental, un escenario similar al propio ascenso político inicial de Erdogan, que en última instancia consolidó su popularidad.

Hasta el momento, el propio Erdogan se ha abstenido de comentar sobre el arresto de Imamoglu. Sin embargo, aliados cercanos del presidente han expresado claramente su postura contra las críticas de la oposición. Devlet Bahceli, líder del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) y socio de coalición de Erdogan, condenó duramente a los líderes de la oposición, destacando la independencia del sistema judicial turco y calificando cualquier cuestionamiento de las decisiones judiciales de “llamado a la discordia y la violencia”.

La decisión de detener a Imamoglu podría resultar menos efectiva que las tácticas anteriores contra figuras de la oposición. Si bien las estrategias anteriores de represión contundente lograron marginar eficazmente a los adversarios políticos, esta situación podría desenvolverse de forma impredecible, superando las expectativas del gobierno.

A pesar de su popularidad, Imamoglu ha enfrentado críticas dentro de su propio partido. Su gestión como alcalde de Estambul generó escrutinio, incluso de sus colegas del CHP, por la percepción de fallos de gestión en medio de la recesión económica, la congestión vehicular y la escasez de viviendas. En las elecciones presidenciales de 2023, Estambul, el supuesto bastión de la oposición, dividió el voto casi por igual entre Erdogan y el candidato del CHP, Kemal Kilicdaroglu, a pesar de la enérgica campaña de Imamoglu. Esto reveló los límites de la influencia de Imamoglu y puso de manifiesto el considerable apoyo del AKP en la ciudad más grande de Turquía.

Sin embargo, los acontecimientos del 19 de marzo alteraron drásticamente esta dinámica. El arresto de Imamoglu unió a la oposición, previamente fragmentada y con conflictos internos. Su persecución se ha convertido en un punto de encuentro para los opositores al régimen, lo que podría complicar la posición de Erdogan. En lugar de neutralizar a un adversario político, Erdogan corre el riesgo de provocar un descontento generalizado y protestas incluso entre algunos de sus propios partidarios, cuyas reacciones no han sido siempre positivas.

En definitiva, si bien el arresto de Imamoglu puede parecer una victoria táctica a corto plazo para las autoridades, conlleva riesgos significativos a largo plazo. Intentar neutralizar políticamente a un oponente clave en medio de una creciente crisis económica podría provocar un mayor malestar público y fomentar una mayor unidad de la oposición, lo que plantea nuevos desafíos imprevistos para el liderazgo de Erdogan.

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