La industria automovilística en Italia sufrió, en enero de este año, una caída del 63,4 por ciento respecto a igual período de 2024, al producirse solo 10 mil 800 vehículos, y son inciertas sus perspectivas, indica hoy un reporte.
Un informe divulgado por la Asociación Nacional de la Cadena de Suministro de la Industria Automotriz (Anfia), apunta que además del drástico descenso en la producción de vehículos completos, también se afectó el sector de los componentes, con una baja del 15,4 por ciento en la fabricación de piezas y accesorios.
La crisis es profunda, y ante esos números alarmantes se evidencia un panorama que revela graves dificultades, expresa el comunicado.
Gianmarco Giorda, gerente general de la Anfia, señaló al respecto que este año “se confirma una fuerte reducción para el índice de la crisis automotriz italiana”, mientras el Plan de Acción para el Automóvil, presentado por la Comisión Europea el pasado 5 de marzo, es inadecuado para proteger la competitividad de las empresas de la región.
Los productores europeos “están particularmente desfavorecidos en comparación con los competidores estadounidenses y chinos que se benefician de costos de energía significativamente más bajos”, apuntó Giorda.
“Las pautas y recomendaciones no son suficientes”, alertó el experto, quien consideró que “se necesitan acciones concretas con el tiempo definido y los recursos asignados para intervenciones específicas”.
En tal sentido, la situación requiere una acción coordinada entre el gobierno y la industria para proteger y relanzar un sector fundamental para la economía italiana, asevera el documento emitido por la Anfia.
La atención ahora se centra en las próximas iniciativas gubernamentales, y en las posibles revisiones del plan europeo, con la esperanza de encontrar soluciones efectivas para apoyar una cadena de suministro automotriz en este momento crítico, agrega esa fuente.