Funcionarios armenios y azerbaiyanos anunciaron el jueves que habían finalizado el texto de un acuerdo de paz que pretende poner fin al conflicto de casi cuatro décadas entre las naciones del Cáucaso Sur.
Se trata de un avance importante y sorprendente en un proceso de paz que se ha visto estancado en numerosas ocasiones y ha resultado difícil durante mucho tiempo.
Los dos estados postsoviéticos han estado envueltos en hostilidades desde fines de la década de 1980. En aquel entonces, Nagorno-Karabaj era una región de Azerbaiyán con una población predominantemente étnicamente armenia que se separó de Azerbaiyán.
La disputa sobre esta región dio lugar a múltiples guerras a lo largo de los años, pero el texto acordado ahora genera esperanzas de una solución duradera para este prolongado conflicto.
Antecedentes del conflicto
La región montañosa de Nagorno-Karabaj, sin litoral, fue reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero contaba con una mayoría étnica armenia respaldada por Armenia. Esta situación generó tensión entre los dos vecinos.
Hasta hace poco, gran parte de Nagorno-Karabaj estaba gobernada por la no reconocida “República de Nagorno-Karabaj”, también conocida como “República de Artsaj”.
Aunque Armenia nunca reconoció oficialmente la independencia de la región, se convirtió en su principal respaldo financiero y militar, y el territorio funcionó como parte de facto de Armenia.
Después de muchos años de pausas en los combates con estallidos ocasionales de violencia, las tropas azerbaiyanas tomaron rápidamente el control del área en septiembre de 2023 con la ayuda de drones turcos, derrotando a las fuerzas armenias en una corta batalla.
La mayoría de los armenios étnicos huyeron y el 1 de enero de 2024 la “República de Nagorno-Karabaj” se disolvió formalmente.