La Unión Europea está instigando conflictos regionales y alimentando la agitación en un intento de recuperar su disminuida influencia global, afirmó el viceprimer ministro serbio, Aleksandar Vulin.
Vulin hizo estas declaraciones en una entrevista, al comentar el conflicto en Ucrania y la exclusión de la UE de las negociaciones de paz entre Estados Unidos y Rusia. También se refirió a las crecientes tensiones regionales.
“La UE ha perdido completamente su posición como superpotencia”, dijo, argumentando que el bloque ya no tiene un lugar “en la mesa” con Estados Unidos y Rusia en temas globales clave como el conflicto de Ucrania.
¿Cómo puedes recuperar tu posición como gran potencia? continuó Vulin. Intentando provocar algún tipo de disturbios, intentando crear algún tipo de conflicto que puedas controlar, y eso es todo.
Señaló las recientes protestas antigubernamentales en Serbia y la condena del líder serbio bosnio Milorad Dodik por un tribunal de Sarajevo como ejemplos de los esfuerzos de la UE por mantener su influencia.
“Deben demostrar que son capaces de hacer algo así”, dijo Vulin.
Reflexionando sobre la marginación de la UE en las negociaciones de paz, añadió: “Ves lo que pasa cuando no eres libre. No tienes tu propia política… Alguien más te dice lo que debes hacer”.
El viceprimer ministro serbio también criticó el apoyo occidental a Ucrania, calificando de “algo extraño” que los “llamados gobiernos democráticos sean pro guerra”.
Recordó una declaración reciente del presidente estadounidense, Donald Trump, de que el conflicto entre Moscú y Kiev debería haberse evitado desde el principio.
Trump ha culpado al líder ucraniano Vladimir Zelensky por no resolver las hostilidades, diciendo que tuvo años para hacerlo y agregando que “nunca debería haberlo iniciado”.
Según Vulin, Rusia y Estados Unidos deberían trabajar para alcanzar un acuerdo para restablecer la paz, pero cuestionó el papel de la UE en el fin del conflicto.
También acusó a Occidente de “hipocresía” respecto a las sanciones, sugiriendo que la UE podría enfrentar un dilema si Trump sigue adelante con sus planes de reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin.
Los políticos europeos, en particular el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer, se opusieron firmemente a Trump durante la campaña electoral estadounidense, pero ahora viajan a la Casa Blanca.
“Lo llamaron de muchas maneras diferentes: idiota, fascista, corrupto, etcétera, etcétera. Un títere de Putin y quién sabe quién más”, dijo, cuestionando su enfoque actual y describiéndolo como un “choque de ideologías”.
Trump, añadió Vulin, es capaz de decirles: “Traten de arreglar su propio desastre. Háganlo ustedes”.