El primer ministro francés, François Bayrou, impuso el lunes en el Parlamento su plan presupuestario para 2025 sin votación de los diputados, utilizando una herramienta constitucional especial conocida como el Artículo 49.3 para aprobar el proyecto de ley largamente esperado.
La medida expone a su gobierno recientemente nombrado al riesgo de una moción de censura tan pronto como el miércoles.
El Partido Socialista (PS), parte de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP), dijo el lunes por la tarde que decidió no votar en contra del gobierno de Bayrou por el momento.
El Partido Socialista dijo en un comunicado de prensa que está dispuesto a presentar una moción de censura sólo “después de que se haya adoptado el presupuesto”.
Sin embargo, el partido de extrema izquierda Francia Inquebrantable (LFI) anunció que presentaría dos mociones de censura: una contra el plan de presupuesto estatal y una segunda contra el plan de presupuesto de seguridad social.
“Este gobierno ilegítimo debe caer”, afirmó LFI en su cuenta oficial X.
El partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional (RN) todavía duda y dijo a los periodistas que decidirá si votará en contra de Bayrou el miércoles.
¿Será Bayrou el próximo en ser derrocado?
El polémico plan presupuestario pretende reducir el creciente déficit público del país al 5,4% este año desde un estimado del 6% en 2024.
Para lograrlo, el gobierno de Bayrou pretende recortar en 30.000 millones de euros los impuestos a los superbeneficios y a los hogares más ricos y aumentarlos en 20.000 millones de euros.
Francia ha estado bajo presión de la UE por su déficit, que es más del doble del porcentaje autorizado por Bruselas.
El predecesor de Bayrou, Michel Barnier, fue derrocado en diciembre después de que la extrema derecha y el NFP unieron fuerzas para derrocar al gobierno.
Francia se encuentra envuelta en una profunda crisis política después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, disolviera sorprendentemente la Asamblea Nacional en junio de 2024 después de que su partido perdiera ante la extrema derecha en las elecciones europeas.
Sin embargo, la apuesta de Macron fracasó y las elecciones anticipadas terminaron con una cámara baja del Parlamento profundamente dividida.
Según la Constitución francesa, Macron no puede disolver la Asamblea Nacional antes del verano de 2025.