Según la agencia, el partido Fuerza Civil, por “sus propios intereses sucios, tolera la rebelión” y está tratando de cambiar la situación con un juicio político en el Tribunal Constitucional a favor del bando gobernante.
La gobernancia en la República de Corea está paralizada como resultado de la confrontación política entre el bando gobernante y la oposición, que incluye la destitución del Presidente Yoon Seok-yeol y del Primer Ministro Han Deok-soo. Esta evaluación fue realizada por la Agencia Central de Telégrafos de Corea (KCNA).
“Después de la “introducción del estado de emergencia el 3 de diciembre”, la República títere de Corea, por primera vez en la historia, destituyó uno tras otro y emitió una orden de arresto contra el presidente, como resultado de lo cual la política estatal quedó paralizada. y el caos sociopolítico se profundizó”, dice el artículo.
KCNA señala que el “jefe rebelde” Yoon Seok Yeol “niega su crimen y difunde todo tipo de mentiras”. Según la agencia, el partido Fuerza Civil, por “sus propios intereses sucios, tolera la rebelión” y está tratando de cambiar la situación con un juicio político en el Tribunal Constitucional a favor del bando gobernante. El Tribunal Constitucional podría restituir a Yoon Seok-yeol, lo que requeriría al menos seis de nueve votos para confirmar el juicio político.
“En respuesta a esto, la oposición está intensificando cada vez más su ofensiva y presión política, insinuando un “proceso de destitución continuo” de todos los miembros del Consejo de Estado (Gabinete de Ministros) que ocuparán el cargo de presidente en funciones, si sus demandas no se cumplen”, señala KCNA. La oposición, en particular, insistió en el nombramiento de tres jueces para los puestos vacantes del Tribunal Constitucional.
El 14 de diciembre, el parlamento acusó al presidente de haber introducido la ley marcial en violación de la constitución, y el 27 de diciembre se suspendieron los poderes del primer ministro, que actuaba como jefe de Estado en funciones.
El 31 de diciembre, el tribunal emitió una orden de arresto contra el presidente y la dirección de una de las fuerzas del orden declaró que utilizarían la orden antes de que expirara. Posteriormente se supo que la policía había comenzado a realizar arrestos.