Faltan pocos días para que se cierren las fronteras entre Rumanía y Bulgaria y ambos países se unan al Espacio Schengen, una región sin fronteras que garantiza la libre circulación de millones de ciudadanos de la UE.
El viaje compartido de ambos países para unirse al Espacio Schengen sin pasaporte llegó a su fin a principios de diciembre, cuando los ministros del Interior de la UE dieron su aprobación final a su candidatura, por la que tanto habían luchado.
Los controles fronterizos en los puntos aéreos y marítimos se levantaron a principios de este año.
Los dos países se unirán oficialmente al Espacio Schengen como miembros de pleno derecho el 1 de enero de 2025, cerrando un capítulo que comenzó en 2011, cuando la Comisión Europea determinó por primera vez su preparación para la adhesión.
Las largas colas en 30 fronteras terrestres entre Rumania y Bulgaria pronto serán cosa del pasado, aunque los controles aleatorios de documentos continuarán durante algún tiempo para ayudar a prevenir delitos.
Los rumanos están contentos con esta decisión, ya que esperan ahorrar una cantidad de tiempo considerable cuando viajan al extranjero en coche, al no tener que esperar horas en los controles fronterizos.
Las largas colas tenían un gran impacto para quienes transportaban mercancías, que podían pasar días en la frontera, perdiendo tiempo y dinero.
La adhesión de Rumania y Bulgaria al espacio Schengen fue bloqueada por Austria en 2023 debido a preocupaciones sobre la migración irregular, y Bulgaria también enfrentó la oposición de los Países Bajos.
Rumania inició las negociaciones para ingresar al espacio Schengen en 2011, cuando el país cumplió formalmente las condiciones de adhesión.
El espacio Schengen, uno de los logros más tangibles de la integración europea, incluye actualmente 29 países y casi 450 millones de personas.