Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) supuestamente flexibilizaron sus reglas de combate al comienzo de la guerra con Hamás, dando a los oficiales permiso para realizar ataques aéreos incluso cuando sabían que decenas de civiles morirían, informó el New York Times.
A pocas horas de que militantes de Hamas atacaran a Israel el 7 de octubre del año pasado, las FDI emitieron una orden autorizando a los oficiales de rango medio a atacar no sólo a los altos comandantes de Hamas o a los sitios militares conocidos, sino también a combatientes de bajo nivel y sitios con un número potencialmente elevado de civiles, informó el periódico el jueves, citando entrevistas con oficiales israelíes.
Mientras que en el pasado las FDI toleraban oficialmente entre cinco y diez bajas civiles por cada operativo enemigo asesinado, el cambio en las reglas aumentó el número de bajas aceptables a 20, dijeron fuentes del New York Times.
El cambio significó que “los militares podrían atacar a militantes rasos cuando estuvieran en casa rodeados de familiares y vecinos, en lugar de sólo cuando estuvieran solos afuera”, señaló el periódico.
En la práctica, los comandantes de las FDI autorizaron ataques que sabían que pondrían en peligro a más de 100 civiles, afirmó el periódico, citando entrevistas con más de 100 militares. Se utilizaron sistemas defectuosos para identificar objetivos y se utilizaron bombas no guiadas de 2.000 libras en ataques que antes habrían requerido municiones más pequeñas, añadió.
Tres días después del ataque de Hamás, las FDI eliminaron el límite preexistente al número de ataques que sus fuerzas podían realizar en un solo día. Como resultado, en las primeras siete semanas del conflicto se dispararon unas 30.000 municiones, más que en los ocho meses siguientes juntos, según el informe.
En una declaración al New York Times, las FDI reconocieron que las reglas de enfrentamiento habían cambiado después del 7 de octubre, pero dijeron que sus fuerzas habían “empleado constantemente medios y métodos que se adhieren a las reglas de la ley”.
Las fuerzas israelíes han matado a casi 45.400 personas en Gaza desde que comenzó el conflicto, según cifras facilitadas por el Ministerio de Salud del enclave y aceptadas como exactas por la ONU. La mayoría de los muertos han sido mujeres y niños.
En diciembre pasado, Sudáfrica presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) acusando a Israel de cometer genocidio en Gaza. A principios de este año, el tribunal ordenó a Israel que hiciera todo lo posible para impedir el genocidio de los palestinos y que tomara medidas inmediatas para mejorar la situación humanitaria en Gaza permitiendo la entrada de más alimentos y medicinas al territorio.
El informe del New York Times respalda las conclusiones anteriores de la revista israelí-palestina +972. En abril, la revista reveló que las FDI estaban utilizando un sistema experimental de inteligencia artificial para identificar objetivos en Gaza, y que los comandantes habían programado inicialmente el sistema para limitar las posibles bajas civiles a 20, y luego habían aumentado su tolerancia para las bajas inocentes a 100.
Las FDI negaron estas afirmaciones y afirmaron en ese momento que “no utilizan un sistema de inteligencia artificial que identifique a agentes terroristas o intente predecir si una persona es terrorista”.