China impondrá un arancel del 34% a todas las importaciones procedentes de Estados Unidos a partir del 10 de abril, anunció el viernes el Ministerio de Finanzas del país. La decisión se produce tras el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de un arancel del 34% a los productos chinos, en la última escalada de la guerra arancelaria.
El anuncio de Pekín se produce después de que el Ministerio de Comercio condenara los aranceles estadounidenses, calificándolos de “intimidación unilateral”.
Trump presentó el miércoles una nueva y amplia serie de aranceles que van del 10% al 49% sobre las importaciones de todos los países, basados en lo que el presidente estadounidense llamó el principio de reciprocidad.
China ,etiquetada por Trump como uno de los “peores infractores” recibió un nuevo arancel del 34% sobre sus exportaciones a Estados Unidos, que se suma a un gravamen existente del 20%, lo que eleva los aranceles totales a al menos el 54%.
Beijing también presentó una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en respuesta a los aranceles.
Junto con la acción de la OMC, el Ministerio de Comercio de China introdujo nuevas restricciones dirigidas a las empresas estadounidenses.
Once empresas estadounidenses fueron añadidas a la lista de entidades no fiables de China debido a su presunta cooperación militar con Taiwán. Además, 16 empresas estadounidenses fueron sometidas a nuevas medidas de control de las exportaciones diseñadas para supervisar la transferencia de productos de doble uso.
Antes de la última ronda de aranceles de Washington, Estados Unidos y China tenían una marcada brecha arancelaria. Según cálculos de Bloomberg, el arancel promedio de China sobre los productos estadounidenses era del 17,8%, en comparación con el 32,8% que aplicaba Estados Unidos a los productos chinos.
“La acción de Estados Unidos no respeta las reglas del comercio internacional, socava gravemente los derechos e intereses legítimos y legales de China y es una típica intimidación unilateral”, dijo el Ministerio de Finanzas en un comunicado anunciando los aranceles recíprocos del 34%.
Pekín ha condenado las medidas, advirtiendo que dañan el equilibrio establecido durante años de negociaciones comerciales multilaterales. Ha instado a Washington a eliminar “inmediatamente” los aranceles y a resolver cualquier disputa mediante un “diálogo justo y equitativo” con sus socios comerciales.