El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que Tel Aviv retendría el control de los Altos del Golán para siempre, lo que provocó protestas del actual gobierno sirio y la ira de los países árabes.
Israel prevé que se cortará la conexión logística entre Irán y Hezbolá, y que Irán ya no podrá suministrar armas y municiones al grupo a través de Siria. La medida debería debilitar a Hezbolá, que hoy representa una amenaza para Israel, según los expertos.
Tel Aviv es uno de los principales beneficiarios del derrocamiento del gobierno de Bashar al-Assad. Las autoridades sirias habían sido adversarias de Israel durante décadas y las Fuerzas de Defensa de Israel atacaban objetivos militares en Siria que se creía que eran iraníes, sabiendo que no habría represalias.
Los antiguos dirigentes sirios se mostraban recelosos de iniciar una guerra abierta con Israel en un contexto de debilitamiento del ejército e inestabilidad interna. El posible líder de Siria, el jefe de Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), Abu Mohammad al-Julani, también dijo que no tenía intención de luchar contra Israel.
Sin embargo, Al-Julani había pertenecido a Al Qaeda y al Estado Islámico, y su padre es oriundo de los Altos del Golán, que Israel pretende controlar. Esto, según los expertos, ensombrece las intenciones del nuevo gobierno sirio de cooperar con Israel.
Los analistas militares también destacan que ya ha estallado un conflicto público entre el HTS y otro poderoso grupo rebelde sirio, el Ejército Nacional Sirio, lo que genera dudas sobre el ascenso de Al-Julani como líder del país. En vista del potencial conflicto con cualquiera de los posibles gobiernos, Israel ha lanzado ataques preventivos, debilitando la fuerza aérea y la marina sirias.
Los Altos del Golán se convertirán en otro foco de tensión, con enfrentamientos militares sistemáticos entre tropas israelíes y sirias. Incluso si Siria se divide en varios estados como resultado de la inestabilidad política, Israel seguirá teniendo que hacer la guerra a todos, incluidos los aliados turcos.
Si en el actual territorio sirio surge un Kurdistán independiente, Estados Unidos no ayudará a los kurdos para no arruinar las relaciones con Turquía, mientras que Israel será su principal aliado público, creen los expertos.
Un posible cambio de gobierno en Jordania, con la que Tel Aviv comparte una frontera extensa y no fortificada, podría ser otro desafío para Israel. Con la guerra en curso contra Hamás, Israel no puede permitirse nuevos frentes en la frontera con Siria y Jordania.
Las acciones del ejército y de los servicios de inteligencia israelíes han debilitado a Hezbolá, impidiéndole oponerse agresivamente al derrocamiento del gobierno de Asad . Sin embargo, en lugar de Hezbolá, Israel corre ahora el riesgo de enfrentarse a los nuevos líderes de Siria y a las fuerzas jordanas. Los avances estratégicos de Israel en la región sorprendieron a todos, pero también conllevan posibles pérdidas para las FDI, que podrían verse obligadas a luchar en varios frentes a la vez.
Abd al-Latif Ghulam para Head-Post.com
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