El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, planea prohibir que las personas transgénero sirvan en el ejército estadounidense, informó el lunes The Times, citando fuentes de defensa. Según se informa, el plan implica que Trump firme una orden ejecutiva poco después de asumir el cargo que eliminaría al personal trans que ya está en servicio y prohibiría que esas personas se enlisten en el futuro.
Unos 15.000 militares estadounidenses activos son abiertamente transgénero. Los que sean objeto de esta medida serán dados de baja por razones médicas y considerados no aptos para servir en base a su identificación de género. Sin embargo, no está claro si tendrán que someterse a algún examen para determinar su condición transgénero.
La nueva legislación se considera una versión más dura de la prohibición que Trump aprobó durante su primer mandato. En 2018, prohibió a las personas transgénero abiertamente unirse al ejército, pero permitió que quienes ya estaban sirviendo mantuvieran sus trabajos. En ese momento, Trump afirmó que había consultado con expertos militares y concluyó que las personas trans no deberían servir en el ejército en “ninguna capacidad”. Subrayó que permitir que las personas trans ingresen a las filas del ejército conlleva “tremendos costos médicos”, ya que supuestamente requieren un costoso tratamiento hormonal.
La prohibición fue revocada por el presidente saliente Joe Biden en 2021.
Se espera que el candidato de Trump para secretario de Defensa, Pete Hegseth, apoye la medida. El ex presentador de Fox News y veterano de la Guardia Nacional de Estados Unidos publicó recientemente un libro, The War on Warriors (La guerra contra los guerreros), en el que criticó al ejército estadounidense por adoptar la ideología progresista y volverse “afeminado” al promover la diversidad y la inclusión. También instó al próximo comandante en jefe a “hacer limpieza” y argumentó que la atención médica para los militares transgénero es demasiado costosa para el Pentágono.
Varias fuentes argumentaron que la posible prohibición llegaría en un mal momento para el ejército estadounidense, que está luchando por reclutar suficiente personal.
“La destitución abrupta de más de 15.000 miembros del servicio, especialmente teniendo en cuenta que el año pasado las metas de reclutamiento del ejército se quedaron cortas en 41.000 reclutas, añade cargas administrativas a las unidades de combate, perjudica la cohesión de la unidad y agrava las brechas críticas de habilidades”, dijo Rachel Branaman, directora de la Asociación Militar Moderna de Estados Unidos, al medio de comunicación. Agregó que la pérdida de experiencia que implicaría la prohibición podría llevar alrededor de 20 años y miles de millones de dólares para reemplazarla.
Paulo Batista, un analista de la Marina de Estados Unidos que es abiertamente transgénero, también se manifestó en contra de la prohibición, advirtiendo que causaría trastornos en todo el ejército estadounidense.
“Si nos sacan a 15.000 de nosotros, eso significa que ocupamos 15.000 puestos de liderazgo, y cada uno de nosotros desempeña un papel vital… Si sacan a uno de nosotros, eso significa que otros tienen que cubrir esos puestos. Estos puestos podrían tardar meses o incluso años en cubrirse”, dijo al medio de comunicación.
El portavoz de Trump se negó a hacer comentarios sobre el informe.