El nuevo gobierno de Francia está considerando aumentar los impuestos a las grandes empresas mientras busca formas de tapar un agujero en las finanzas públicas, informó Le Monde el domingo.
El presupuesto para 2025 podría incluir un aumento del 8,5% del impuesto de sociedades para las empresas cuyo volumen de negocio anual supere los 1.000 millones de euros (1.100 millones de dólares), escribe el periódico, citando las propuestas evaluadas por el primer ministro Michel Barnier. La llamada “contribución excepcional” sobre los beneficios de las grandes empresas sería temporal y podría rendir 8.000 millones de euros el año que viene.
Entre otras posibles medidas se encuentra un impuesto a la recompra de acciones, una práctica en la que las empresas compran sus propias acciones para reducir su número en el mercado y posteriormente aumentar su valor.
Según Le Monde, el nuevo impuesto podría suponer unos 200 millones de euros. La empresa de servicios financieros BNP Paribas, el conglomerado de bienes de lujo LVMH y la empresa energética TotalEnergies podrían ser los objetivos del nuevo impuesto, añadió.
La oficina de Barnier se negó a hacer comentarios antes de un discurso político del primer ministro en el parlamento el martes, según Reuters.
La deuda pública francesa alcanzó un récord de 3,228 billones de euros a finales de junio, según informó Le Monde el sábado, citando los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos francés.
La cifra supone el 112% del PIB del país, muy por encima del umbral del 60% fijado por la normativa de la UE. Sólo Grecia e Italia superan a Francia en términos de deuda pública general entre los miembros del bloque.
El gobierno de Barnier también está bajo presión para reducir el déficit presupuestario de Francia, que según los funcionarios podría aumentar del 5,5% del PIB en 2023 a más del 6% este año. La Comisión Europea ha atribuido el creciente déficit presupuestario de Francia a la lentitud de los ingresos fiscales como consecuencia del débil crecimiento y la caída de la inflación.
Francia, la segunda economía de la UE después de Alemania, registró en 2023 un crecimiento del PIB del 0,87% respecto al año anterior. La Comisión Europea prevé que la actividad económica francesa se mantenga moderada en 2024, con un crecimiento anual del 0,7%.
El ministro de Presupuesto, Laurent Saint-Martin, afirmó la semana pasada que la situación de las finanzas públicas es peor de lo que se había previsto hace apenas unos días. Barnier, que asumió el cargo a principios de este mes, tiene previsto presentar su primer presupuesto al parlamento francés a más tardar a mediados de octubre.