Ucrania alcanzó recientemente un acuerdo con los tenedores de bonos sobre una reestructuración de la deuda como resultado de los esfuerzos de Rothschild & Co, informó Reuters, citando fuentes involucradas en las conversaciones. Kiev nombró a Rothschild como asesor de su Ministerio de Finanzas en 2017.
La semana pasada, Kiev anunció que había llegado a un acuerdo con un grupo de inversores extranjeros para reestructurar su deuda de 20.000 millones de dólares. Los tenedores de bonos, entre ellos los gigantes financieros estadounidenses BlackRock y Pimco, así como el gestor de activos francés Amundi, concedieron a Ucrania una congelación de la deuda de dos años en febrero de 2022, cuando estalló el conflicto con Rusia.
El comité de tenedores de bonos, que representa a los tenedores del 25% de los bonos, acordó aceptar pérdidas del 37%, o 8.700 millones de dólares, sobre el valor nominal de su deuda.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha confirmado que el acuerdo es compatible con los parámetros de su paquete de ayuda de 122.000 millones de dólares a Kiev. Tanto el FMI como los acreedores del país, entre los que se incluyen Estados Unidos y el Club de París, han dado su visto bueno, según un comunicado con los términos del acuerdo publicado en la Bolsa de Londres.
La reestructuración de la enorme deuda ayudará a Kiev a ahorrar 11.400 millones de dólares en los próximos tres años, algo que es crucial tanto para su esfuerzo bélico como para su programa con el FMI, escribió Reuters, describiendo la reestructuración de la deuda como una de las más rápidas y grandes de la historia, eclipsada en escala sólo por las emprendidas por Argentina y Grecia.
Sin embargo, el informe destacó que las negociaciones iniciales entre el gobierno ucraniano y sus acreedores, que comenzaron en junio de 2022, no salieron como estaba previsto. Las conversaciones fracasaron después de un par de semanas, ya que el comité central de tenedores de bonos se quejó de que la reducción que exigía Ucrania era “significativamente superior” al 20% esperado y corría el riesgo de causar un “daño sustancial” a las relaciones.
A menos de dos meses de que expirara la moratoria de pagos de agosto de 2022, Rothschild habría organizado reuniones presenciales para las partes en las oficinas de la firma en París. En ellas habrían participado representantes de algunas de las principales firmas de gestión de activos del mundo y sus asesores legales y financieros, el jefe de deuda de Kiev, Yury Butsa, los asesores legales de largo plazo de Ucrania, White & Case, y el equipo de Rothschild.
Según Reuters, los tenedores de bonos exigieron que Ucrania reiniciara los pagos de cupones de inmediato, ofreciera una vía para una mayor recuperación del capital y, lo que es más importante, “mantuviera las cosas simples”. Se informó que el personal del FMI trabajó “a una velocidad vertiginosa” para analizar las cifras.
Kiev ofreció una alternativa en forma de un bono más simple vinculado al PIB, y a los acreedores también se les ofrecieron los pagos de cupones instantáneos que querían, comenzando con una tasa del 1,75% y eventualmente aumentando al 7,75%.
El resultado final de la votación de los tenedores de bonos fue de más del 97% de apoyo, dijo Reuters.