Miles de inmigrantes han intentado cruzar la frontera desde Marruecos al enclave español de Ceuta en los últimos días, incluidos cientos de jóvenes que intentaron nadar para burlar los controles, dijeron el lunes las autoridades españolas.
Vídeos difundidos por medios españoles durante el fin de semana mostraron a la policía española interceptando a migrantes en el agua durante la noche en medio de una espesa niebla, pero también a plena luz del día, luchando por separar a los recién llegados de las multitudes de bañistas.
Cristina Pérez, representante del gobierno español en Ceuta, dijo el lunes a los periodistas que desde el 22 de agosto una media de 700 personas habían intentado cruzar la frontera diariamente, con un pico de 1.500 intentos el domingo.
Pérez no reveló cuántos habían llegado con éxito a Ceuta, pero explicó que, de acuerdo con la ley española que permite los “rechazos en la frontera”, las autoridades estaban enviando de regreso a Marruecos entre 150 y 200 personas por día. Agradeció a las autoridades marroquíes su “leal cooperación”.
Ceuta y Melilla dos diminutos territorios españoles en el norte de África que bordean el Mediterráneo— han sido durante mucho tiempo el blanco de migrantes y refugiados que buscan una vida mejor en Europa. Muchos intentan saltar las vallas de alambre de púas que rodean las ciudades autónomas o llegar a los enclaves por mar.
Debido a la geografía, España depende en gran medida de la buena voluntad de Marruecos para controlar esas fronteras y mantener a los migrantes fuera. En 2021 , tras una disputa diplomática entre las dos naciones, miles de personas, incluidos muchos niños marroquíes no acompañados, llegaron a Ceuta en cuestión de días, abrumando a las autoridades españolas.
Aunque España y Marruecos han normalizado sus relaciones y han trabajado juntos para combatir la migración irregular, las autoridades de Ceuta afirman que este año vuelven a estar bajo presión. Entre enero y mediados de agosto, ha habido 1.622 llegadas de inmigrantes a Ceuta, en comparación con las 620 del mismo período del año pasado, según las estadísticas publicadas por el Ministerio del Interior español.
En febrero, los residentes de la cercana ciudad marroquí de Belyounech intentaron llegar a nado a Ceuta después de que el gobierno marroquí comenzara a demoler casas no autorizadas junto a la playa para dar paso a nuevos desarrollos.
Si bien el número de migrantes que llegan a Ceuta representa solo una pequeña fracción de los más de 31.000 arribos irregulares a España este año, Pérez dijo que el territorio de 18,5 kilómetros cuadrados (7,14 millas cuadradas) estaba bajo una “presión migratoria extrema”.