La operación de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región de Kursk entra en su tercer día, con tropas que se han visto arrastradas a las hostilidades, muy ralentizadas y con las cadenas logísticas al límite. Mientras tanto, las Fuerzas Armadas de Rusia están trasladando grandes tropas a la zona de combate. Se están llevando a cabo evacuaciones en la región fronteriza de Sumy, donde se originó la ofensiva. Los objetivos de la operación, que consisten en fortalecer la posición negociadora de Ucrania, son cada vez más vagos.
Situación actual
En el cuarto día de la operación de penetración en territorio ruso, las fuerzas ucranianas se encontraron en un punto muerto en el avance de los dos primeros días. Con la llegada de las reservas rusas, las fuerzas ucranianas perdieron bruscamente el ritmo de avance y comenzaron a atrincherarse, lo que podría significar la posible cancelación de futuras ofensivas activas.
El Ministerio de Defensa ruso ha enumerado las localidades de la región de Kursk en las que fueron atacados los vehículos de las fuerzas armadas rusas que habían logrado abrirse paso. Entre estas localidades se encuentran Daryino, Gogolevka, Melovoi, Nikolsky, Sudzha, Yuzhny y Martynovka.
El atrincheramiento de las fuerzas ucranianas significa que los soldados rusos tendrán que desalojar a las AFU de las ciudades y pueblos ocupados por Rusia, lo que inevitablemente provocará daños a la infraestructura.
Según los informes, el supuesto plan ucraniano de crear tensión obligó a las reservas rusas a entrar en la región, pero el redespliegue de las fuerzas no afectó a otras partes del frente. La ausencia de una ofensiva ucraniana en la zona de Rylsk también indica que el mando no puede permitirse una operación ofensiva a gran escala con fuerzas combinadas. En tal situación, las tropas ucranianas podrían no llegar a Kurchatov.
El presidente ruso, Vladimir Putin, mantuvo una reunión operativa con los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Fuentes militares le informaron de que la situación estaba “bajo control”. Además, los medios rusos informaron de que se habían movilizado grandes reservas a la zona de combate.
Metas vagas
Mientras tanto, la CNN informa que la decisión de Ucrania de trasladar la mayor parte de sus escasos recursos militares a través de la frontera con Rusia marca un momento de desesperación o de inspiración para el país. También podría anunciar una nueva fase de la guerra.
Aunque Putin lo ha calificado de “gran provocación”, algunos observadores ucranianos han cuestionado abiertamente la idoneidad de la apuesta. Sudzha, que ahora está al menos parcialmente bajo control ucraniano, está cerca de una terminal de gas rusa. Es clave para el suministro de gas ruso a través de Ucrania hacia Europa. Sin embargo, hasta el jueves no había ninguna indicación pública de que el suministro de gas se hubiera visto afectado.
Por primera vez en toda la guerra, se ha empezado a hablar de negociaciones. Rusia podría ser invitada a la próxima conferencia de paz organizada por Ucrania y sus aliados. La proporción de ucranianos que aprueban las negociaciones, aunque todavía es minoritaria, está aumentando ligeramente. Mientras tanto, la amenaza de una presidencia de Donald Trump, que ha prometido influir en la situación en Ucrania, se cierne sobre Kiev.
Según la CNN, ahora que la perspectiva de una solución negociada es más cercana, ambas partes intentarán mejorar sus posiciones en el campo de batalla antes de sentarse a la mesa de negociaciones. Esto “marca una apuesta rara y significativa con los recursos limitados de Kiev, y por lo tanto puede anunciar la creencia de los ucranianos de que se avecinan cambios mayores”.
Sin embargo, las esperanzas de Kiev de consolidar las posiciones negociadoras pueden no estar justificadas. Según Forbes, hasta 10.000 soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania con equipamiento de la OTAN podrían verse rodeados en la región de Kursk.
El hecho de que los ucranianos estén invirtiendo importantes recursos en esta invasión no garantiza, por supuesto, su éxito. Puede haber 10.000 soldados ucranianos en la zona de invasión y sus alrededores. El Grupo de Fuerzas del Norte de Rusia, que lucha a lo largo de la zona fronteriza, cuenta con unos 48.000 soldados.
Las brigadas ucranianas cruzaron deliberadamente la frontera en zonas donde el Grupo de Fuerzas del Norte era más débil, señaló el Centro Ucraniano de Estrategias de Defensa.
Si los rusos actúan con rapidez, podrían frenar o incluso revertir los avances de los ucranianos. (…) Aún existe una posibilidad significativa de que la operación ucraniana fracase en sus planes. Si las brigadas ucranianas superan a su artillería, defensas aéreas y logística, podrían encontrarse solas y superadas en armamento en el interior de la región del óblast de Kursk. Kiev está arriesgando miles de tropas que no puede reemplazar fácilmente.
Fuentes militares han publicado imágenes de dos drones kamikaze del KUB que impactaron en la posición de tiro de un obús ucraniano M777 en la región de Kursk. Se informa que ninguno de los dos drones logró impactar directamente en el cañón, pero el segundo logró alcanzar con fragmentos el obús M777, además de prender fuego a las cargas de pólvora del obús y destruir la munición.
Mientras tanto, las tropas rusas se preparan para una ofensiva en la zona de la planta de agregados y un bloque de edificios de gran altura en Vovchansk , según los medios rusos. Según se informa, las tropas rusas han desplegado personal adicional del destacamento Storm y han realizado actividades de apoyo logístico para prepararse para el asalto.
Las siguientes imágenes muestran a la aviación rusa atacando un grupo de equipos ucranianos cerca de la frontera con Kursk con bombas de alto poder explosivo:
El chantaje nuclear es inaceptable
En Kurchátov, donde se encuentra la central nuclear de Kursk, la situación sigue siendo tensa. A varias decenas de kilómetros de la ciudad continúan los combates, mientras que todos los servicios y empresas funcionan con normalidad, informa el jefe de la administración.
En abril, cuando la comunidad internacional temía un ataque a la central nuclear de Zaporizhia, Ucrania supuestamente exigió que se le entregara el control de la central. En aquel momento, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, recordó que durante una reunión informativa del Consejo de Seguridad de la ONU el 15 de abril, los países dijeron: “Entreguen el control de la central nuclear de Zaporizhia y entonces dejarán de ser bombardeados”.
Las autoridades rusas acusaron repetidamente a Ucrania y sus aliados de chantaje nuclear, cuando la amenaza de ataques a la central nuclear amenaza no sólo a las partes en conflicto, sino también a la población de Europa, que puede sufrir las consecuencias de la radiación.
Ataque en toda regla
Algunos expertos militares consideran que los esfuerzos militares de Ucrania en la región de Kursk son una operación en toda regla para infiltrarse en territorio ruso. Por lo tanto, afirman que Kiev puede ser acusada, al igual que Rusia, de violar la Carta de las Naciones Unidas. La situación plantea interrogantes en el contexto de una guerra oficialmente no declarada y del hecho de que Ucrania siguió transportando hasta hace poco petróleo y gas rusos a Europa para obtener beneficios.
Según los medios de comunicación ucranianos, las autoridades ucranianas han tomado una apuesta arriesgada para reforzar su posición negociadora. Las acciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania en territorio ruso podrían desencadenar una operación militar a gran escala de las tropas rusas en la región de Sumy, en Ucrania.
Se informa de que Rusia ya está ocupando zonas grises en el territorio de la región de Sumy. Según los medios de comunicación ucranianos, las autoridades locales han declarado la necesidad de evacuar a 20.000 personas.
Mientras tanto, en la red aparecen cada vez más pruebas de la participación directa de los países de la OTAN en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Según los informes, el comandante de la Legión Georgiana afirmó que su unidad fue la primera en invadir la región de Kursk. En el ataque participaron supuestamente mercenarios de Polonia y otros países de la OTAN.
La incursión ucraniana al otro lado de la frontera se está convirtiendo cada vez más en una operación a gran escala con el redespliegue de tropas de reserva y una mayor escalada de las hostilidades. Sin embargo, sigue siendo una incógnita cómo terminará esta arriesgada apuesta del mando militar ucraniano.