El complot tenía como objetivo matar a Orban antes de su vuelo a Moscú el pasado 5 de julio haciendo estallar su coche de camino al aeropuerto.
Los servicios de inteligencia húngaros impidieron un intento de asesinato contra el primer ministro Viktor Orban, que fue planeado desde Ucrania, de acuerdo con un reporte de la publicación húngara Demokrata.net.
Los explosivos estaban destinados a ser activados mediante un sistema de liberación remota. Según los terroristas, el coche del Primer Ministro debía ser volado temprano en la mañana cuando se dirigía al aeropuerto.
Según la noticia, el ataque terrorista pudo haber sido supervisado por representantes de la inteligencia ucraniana.
Los periodistas publican una conversación interceptada por los servicios de inteligencia húngaros, en la cual dos personas (que hablan ucraniano) mencionan el presunto atentado.
El equipo de medios dispone de un extracto de una conversación entre el autor y el presunto ucraniano que ordenó el ataque.
El probable autor es un refugiado ucraniano de Ternopil que vive desde hace dos años en Hungría.
Según la fuente, después del fallido intento de asesinato, tuvo lugar una conversación telefónica directa entre los servicios secretos húngaro y ucraniano, durante la cual la parte ucraniana rechazó categóricamente todas las acusaciones formuladas contra ellos.