Los talibanes prácticamente han acabado con la producción de opiáceos, asfixiando el mercado negro mundial, según un informe.
La ofensiva talibán contra el cultivo de amapola en Afganistán podría desencadenar un aumento en las muertes por sobredosis si la escasez mundial de heroína se cubre con compuestos sintéticos más potentes, advirtió la ONU.
Un informe publicado el miércoles por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) evaluó el impacto de la prohibición del cultivo, la producción, el procesamiento y el comercio de opio que los talibanes reintrodujeron en abril de 2022. Llegó demasiado tarde para afectar la cosecha de ese año. pero la represión provocó que la producción se redujera un 95% en 2023 , dijo.
La pérdida de este suministro de Afganistán, anteriormente el principal productor mundial de opio y heroína, fue parcialmente compensada por Myanmar, donde hubo un aumento del 36% en la producción. Sin embargo, la producción mundial de opio cayó un 74% el año pasado, según una investigación de la ONU.
Los precios de los opiáceos en Afganistán se dispararon el año pasado, pero la disponibilidad de antiguas reservas significó que no se informó de una escasez real en los mercados de destino hasta principios de 2024, según el informe.
Las observaciones preliminares sobre el terreno indican que este año la oferta puede aumentar ligeramente, pero es poco probable que Afganistán “alcance la altísima producción observada en los años anteriores a 2023”. Si la crisis continúa, la pureza de la heroína en el mercado global puede disminuir y la demanda de opiáceos sustitutos aumentará, ha predicho la ONUDD.
Esto podría “conducir a un aumento de las sobredosis, especialmente si los opioides alternativos incluyen sustancias muy potentes como algunos análogos del fentanilo o los nitacenos que ya han surgido en algunos países europeos en los últimos años”.
En Irlanda, Gran Bretaña, Estonia y Letonia se han reportado muertes por sobredosis de nitazenos, un grupo de drogas sintéticas más potentes que otros opioides, incluido el fentanilo, dijo a los periodistas la jefa de investigación de la ONUDD, Angela Me.
La producción de narcóticos floreció en Afganistán bajo el gobierno de Kabul, aliado de Estados Unidos. Los funcionarios estadounidenses afirmaron que el crecimiento de la adormidera estaba ayudando a los agricultores pobres a llegar a fin de mes y que una dura represión contra los cultivos ilegales los alienaría.
Según la ONUDD, los ingresos de los cultivadores de opio se desplomaron un 92% en 2023. La directora ejecutiva, Ghada Waly, dijo que la prohibición “está teniendo un impacto significativo en los medios de vida y los ingresos de los agricultores, lo que requiere una respuesta humanitaria sostenible”.
Moscú ha argumentado que la mayor parte de los beneficios del tráfico de drogas se destinaron a organizaciones criminales, que se afianzaron en el país “gracias a la presencia estadounidense”, según Zamir Kabulov, un alto diplomático ruso especializado en Oriente Medio.