La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha afirmado que las últimas elecciones europeas han cambiado “el centro de gravedad” político dentro de la UE, más escorado ahora hacia la derecha, y ha considerado “surrealista” que ya en la cena informal de líderes se planteasen nombres para los altos cargos ‘top jobs’ en la jerga comunitaria sin “reflexionar” antes sobre la voluntad expresada en las urnas por los ciudadanos.
Meloni ha cuestionado que populares, socialdemócratas y liberales hayan comenzado a pactar un reparto de cargos. “No es el tipo de cambio de ritmo que me había imaginado”, ha afirmado la primera ministra, en una entrevista a ‘Il Giornale’ en la que ha asegurado que estos planteamientos ya los trasladó al resto de líderes europeos.
“No entiendo la democracia de esta manera y creo que son estas actitudes las que han distanciado a los ciudadanos europeos de las instituciones”, ha dicho Meloni, que ha atribuido esta premura a que podría tratarse de “un acuerdo frágil”, habida cuenta de que no tiene en cuenta al que ahora es el tercer mayor grupo en la Eurocámara, el de Conservadores y Reformistas (ECR).
Este grupo, del que forma parte Hermanos de Italia, está ‘a priori’ excluido de las negociaciones, pero Meloni aspira a que su país tenga también voz dentro de la UE. En este sentido, ha recordado que Italia es la tercera economía del continente y tiene “el Gobierno más sólido”.
Italia, ha añadido, debe tener “un papel de primer nivel”, si bien no ha aclarado a qué se refiere. El ministro de Exteriores, Antonio Tajani, líder de Forza Italia, ya ha deslizado en varias ocasiones que aspiran a una cartera potente, con rango de vicepresidencia, dentro de la nueva Comisión Europea.
Al frente de esta Comisión repetirá en principio la alemana Ursula von der Leyen, que tras las elecciones ha evitando tender puentes hacia el grupo de Meloni, como sí hizo en campaña. La primera ministra italiana ha advertido al Partido Popular Europeo (PPE) de que “seguir a la izquierda” puede ser “fatal”.
De hecho, Meloni aspira a organizar “un frente alternativo a la izquierda”, con vistas a poder dar alguna “sorpresa” de cara a futuras mayorías.