Los investigadores han pedido investigaciones más profundas sobre los efectos secundarios y los vínculos con las tasas de mortalidad.
En los países occidentales se registraron más de tres millones de muertes adicionales durante los primeros tres años de la pandemia de coronavirus, según un nuevo estudio que sugiere que las vacunas contra el Covid podrían ser en parte culpables.
Según la investigación de la Vrije Universiteit de Ámsterdam, publicada en la revista BMJ Public Health a principios de esta semana, se informó de un total de 3.098.456 muertes excesivas en 47 países entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2022.
En 2020, se reportaron 1,03 millones de muertes adicionales en el primer año completo de la pandemia, encontró el estudio. En 2021, cuando se implementaron las primeras vacunas, se registraron más de 1,25 millones de muertes adicionales, y en 2022, cuando se levantaron las restricciones relacionadas con el Covid, se registraron más de 808.000 muertes adicionales, según datos preliminares citados en el estudio.
“El exceso de mortalidad se mantiene elevado en el mundo occidental durante tres años consecutivos, a pesar de la implementación de medidas de contención y de las vacunas contra el Covid-19”, según la investigación.
Los investigadores dijeron que las cifras “sin precedentes” plantean serias preocupaciones y que los responsables de las políticas deberían realizar investigaciones exhaustivas sobre las “causas subyacentes del exceso de mortalidad persistente”.
“Durante la pandemia, los políticos y los medios de comunicación enfatizaron a diario que cada muerte por Covid-19 era importante y que cada vida merecía protección mediante medidas de contención y vacunas contra el Covid-19. Después de la pandemia, debería aplicarse la misma moraleja”, dijeron.
Los autores señalaron que se han registrado eventos adversos “sospechosos” , a pesar de que se suponía que las vacunas protegerían a quienes las recibieron de la muerte o de enfermedades graves debido al Covid-19. Agregaron que los profesionales médicos y los receptores de medicamentos informaron de “lesiones graves y muertes tras la vacunación” según “varias bases de datos oficiales”.
El estudio concluyó que diferenciar entre las causas era “un desafío”, ya que las agencias nacionales de estadística varían en minuciosidad y calidad, las políticas de pruebas de coronavirus difieren de un estado a otro y “no todos estuvieron de acuerdo en lo que se considera una muerte por Covid-19”.
Los investigadores también observaron que los efectos secundarios relacionados con la vacunación contra el Covid-19 incluían accidente cerebrovascular isquémico, síndrome coronario agudo, hemorragia cerebral, enfermedades cardiovasculares, coagulación, hemorragias, eventos gastrointestinales y coagulación sanguínea fatal.
En mayo de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el coronavirus ya no era una emergencia sanitaria mundial. Sin embargo, todavía se informan casos de Covid-19 y muertes posteriores en todo el mundo. Según datos rastreados por la institución con sede en Ginebra, se registraron 36.014 casos en todo el mundo en los siete días anteriores al 19 de mayo, lo que supone un aumento semanal de 2.336.