El asalto fue protagonizado por los integrantes de la banda de Mariani, quienes también incendiaron un automóvil en el estacionamiento del policial.
Miembros de una pandilla criminal que opera en la localidad de Gressier, departamento occidental de Haití, ocuparon el sábado una comisaría, demostrando una vez más la superioridad operativa de las bandas armadas sobre las fuerzas del orden.
Medios locales reportaron que desde la noche del viernes se podía escuchar el intercambio de disparos entre los asaltantes y los agentes sitiados que trataron de resguardar el recinto hasta que la superioridad en hombres y el poder de fuego de los pandilleros los obligó a abandonar la estación y escapar para salvar sus vidas.
Trascendió que el asalto fue protagonizado por los integrantes de la banda de Mariani, quienes también incendiaron un automóvil en el estacionamiento del recinto policial.
El Sindicato Nacional de Policía de Haití solicitó al gobierno en un comunicado la entrega de medios para frenar la expansión de las pandillas, pues para hacer cumplir la ley es vital contar con equipos pesados, armas, municiones, chalecos antibalas y cascos balísticos.
El sindicato apeló además a la conciencia ciudadana para que se apoye a los agentes del orden, comprometidos con garantizar la tranquilidad de la población.
“Es momento de fomentar la colaboración entre la policía y el público, abogando por un enfoque de seguridad participativo para anticipar y contrarrestar los ataques de los delincuentes”, enfatizaron.
Lionel Lazarre, coordinador general del sindicato, comentó que muchos policías huyeron de sus casas y hoy duermen en las comisarías con sus familias por temor a las represalias de las pandillas, mientras que el Estado no les otorga ni un subsidio. Apuntó además que 39 policías murieron y 37 fueron asesinados en 2023, ascendiendo la cifra a 1.950.
Asimismo, se supo que 1.800 agentes huyeron del país en 2023, debilitando aún más el poder de respuesta efectiva a las bandas armadas. Hasta octubre de 2023 fueron 1.600 los que partieron hacia otras latitudes y entre noviembre y diciembre se sumaron 200 más.
El sindicato demandó también atención psicológica para ese sector, el más expuesto en la lucha contra los grupos armados en el país caribeño. Según un comunicado del gremio, el estado físico, psicológico y emocional de los agentes sufre el impacto de la dura realidad del momento.