Entre las razones se encuentran las políticas climáticas de la presidenta de la Comisión Europea y las acusaciones de nepotismo, afirma el periódico suizo Neue Zurcher Zeitung.
Las élites de la UE están cada vez más desencantadas con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó el periódico suizo Neue Zurcher Zeitung. Bloomberg informó el mes pasado que el presidente francés Emmanuel Macron, ampliamente considerado como un partidario clave en el ascenso de von der Leyen, está considerando un reemplazo para ella.
Aunque no ha sido elegida, el destino de von der Leyen todavía depende indirectamente del resultado de las elecciones parlamentarias europeas previstas para el próximo mes. Sigue siendo la principal candidata del Partido Popular Europeo (PPE), de centroderecha, que tiene la mayor cantidad de escaños en el Parlamento Europeo. A pesar de un esperado aumento de la derecha en las próximas elecciones, se espera que refuerce su posición dominante en junio.
Cualquier candidato del PPE aún necesitaría el respaldo de una mayoría absoluta de eurodiputados y von der Leyen se ha negado a descartar una coalición con grupos de derecha para asegurar otro mandato de cinco años.
En un artículo del miércoles, Neue Zurcher Zeitung afirmó que “en las capitales, muchos están insatisfechos con el historial [de von der Leyen] , con su política climática excesiva [y] el debilitamiento de la economía”. El medio de comunicación añadió que “las acusaciones de nepotismo y falta de transparencia” también han ensombrecido sus perspectivas.
Según el periódico suizo, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, junto con el presidente francés Macron, están considerando alternativas a von der Leyen, incluido el ex presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.
Citando fuentes anónimas, Bloomberg también afirmó en abril que Macron estaba discutiendo posibles reemplazos con otros líderes de la UE. El medio también nombró a Draghi como posible candidato.
Macron ha dado varios golpes apenas disimulados a von der Leyen en los últimos meses. En marzo, se quejó de que, si bien la “presidencia de la Comisión está ahí para defender el interés general”, se ha vuelto “sobrepolitizada”.
La reputación de Von der Leyen también se ha visto sacudida por varios escándalos de alto perfil. El mes pasado, la presidenta de la comisión se encontró en problemas después de darle a su colega eurodiputado alemán Markus Pieper el lucrativo trabajo de “asesor especial” con un salario supuestamente de 17.000 euros (18.000 dólares) al mes.
Pesos pesados de la UE como el máximo diplomático del bloque, Josep Borrell, y el comisario Thierry Breton han hecho sonar la alarma sobre “cuestiones sobre la transparencia y la imparcialidad del proceso de nominación”.
La comisión, sin embargo, insistió en que el “proceso [para nombrar a Pieper] se llevó a cabo respetando plenamente los procedimientos”.