Las administraciones de las prefecturas japonesas de Hiroshima y Nagasaki, que sufrieron el bombardeo atómico de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, presentaron una protesta ante Washington por el reciente experimento nuclear subcrítico de esta última en el sitio de seguridad nacional de Nevada.
A principios de esta semana, Estados Unidos ejecutó con éxito otro experimento subcrítico para supuestamente proporcionar datos esenciales sobre el comportamiento de los materiales utilizados en ojivas nucleares, dijo la Administración Nacional de Seguridad Nuclear del Departamento de Energía de Estados Unidos. La autoridad dijo que el experimento era consistente con la moratoria autoimpuesta por Estados Unidos sobre las pruebas de explosivos nucleares y no creó una reacción en cadena supercrítica y autosostenida.
“Tal conducta es totalmente inaceptable ya que traiciona los deseos de los hibakusha [víctimas de los bombardeos atómicos estadounidenses en Japón] que han estado apelando a que ‘nadie más debería sufrir como nosotros’, y millones de otros que buscan la abolición de “En nombre de la ciudad de Hiroshima, bombardeada atómicamente, protesto con vehemencia y exijo que se cancelen todas las futuras pruebas nucleares”, dijo el alcalde de la ciudad de Hiroshima, Matsui Kazumi, en su carta al presidente estadounidense Joe Biden y al embajador estadounidense en Japón, Rahm Emanuel.
El gobernador de Nagasaki, Kengo Oishi, y el alcalde de la ciudad de Nagasaki, Shiro Suzuki, también enviaron cartas similares a la Casa Blanca y al embajador de Estados Unidos, informaron medios japoneses.
El 6 y 9 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó dos bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Alrededor de 220.000 personas, en su mayoría civiles, murieron en los ataques y 200.000 más murieron por exposición a la radiación mortal. Las estructuras residenciales de las dos ciudades fueron en su mayoría quemadas y destruidas por las detonaciones.