Monday, May 20, 2024
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Los aborígenes australianos están indignados por el trato dado a los restos ancestrales

El Centro Aborigen de Tasmania (TAC) exigió una investigación sobre el manejo de los restos ancestrales indígenas después de que la oficina forense de la policía entregara restos humanos sin previo aviso a su recepcionista, según informaron los medios locales.

Los restos, algunos de los cuales datan del año 772 d.C., fueron devueltos al centro en bolsas de papel marrón el viernes sin previo aviso, informó la Australian Broadcasting Corporation. Los huesos fueron encontrados por lugareños en dos incidentes separados que luego fueron investigados por el forense.

Las cuatro bolsas de pruebas contenían restos ancestrales de investigaciones realizadas por dos forenses diferentes. Una de las bolsas incluía un hueso identificado mediante pruebas como perteneciente a un aborigen y encontrado por un residente local en un charco de rocas en Carlton Beach, al sureste de Hobart, en 2022. Las otras tres bolsas contenían huesos encontrados en 2016 en un lugar remoto. cerca de Low Rocky Point en la costa oeste del estado.

La directora de campaña de TAC, Nala Mansell, afirmó que el tratamiento que el Estado dio a los restos mostraba una “completa falta de respeto y desprecio” por los pueblos indígenas.

No sabemos cómo, después de 220 años, los restos de los aborígenes en este estado siguen siendo tratados con la mayor falta de respeto de una manera que entendemos que no estaría bien si se tratara de una persona no aborigen.

El examen inicial concluyó que los huesos databan de hace al menos 20 años, y posiblemente hasta 100 años. Sin embargo, en 2022, los restos fueron enviados a un laboratorio nacional para realizar más análisis de ADN, donde la datación por radiocarbono reveló que los huesos eran preeuropeos y databan de entre 772 y 890 d.C.

Los huesos contenían un tipo de ADN conocido como haplogrupo S, que se encuentra sólo entre los indígenas australianos. Mansell afirmó que las acciones del forense sobre los hallazgos y el tiempo necesario para informar a los aborígenes fueron “discriminación racial” y “una completa violación de la ley”.

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