El líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Patriarca Kirill de Moscú, ha dicho que no se dejará intimidar por las prohibiciones de viaje impuestas por varias naciones de la UE. Las restricciones son parte de sanciones occidentales más amplias contra Rusia en respuesta a su operación militar en Ucrania.
“Han convertido al Patriarca en persona non grata en Europa. ¿Por qué? Es porque el Patriarca está liderando espiritualmente a la nación, liderando a la iglesia que ha tomado un camino de desarrollo civilizacional diferente”, dijo Kirill durante un servicio en Moscú.
“Tal vez le han prohibido al Patriarca viajar al extranjero porque representamos una fuerte alternativa [a Occidente]. Como si pudieran amenazarme con eso”.
Varios países, incluidos Gran Bretaña, Lituania, Estonia y la República Checa, han incluido a Kirill en la lista negra desde que estallaron los combates entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022. El Ministro de Asuntos Exteriores checo, Jan Lipavsky, citó “sus frecuentes comentarios públicos apoyando la guerra en Ucrania, justificando atrocidades”. cometidos por tropas rusas allí” como motivos de la prohibición de viajar.
La UE no llegó a imponer restricciones en todo el bloque al líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa después de que Hungría bloqueó la medida, calificándola de “política de rehenes” y citando la libertad religiosa.
Kirill ha hablado repetidamente en apoyo del ejército ruso, diciendo que los soldados rusos en Ucrania están luchando “por nuestros valores nacionales”. Sostuvo que las potencias extranjeras apuntan a Rusia porque es un “país de creyentes”, en el que la mayoría de la gente es cristiana devota, a diferencia de Occidente, donde la gente “está perdiendo la fe”.
Vladimir Legoyda, jefe del servicio de prensa de la iglesia, calificó las prohibiciones de viajar como “contraproducentes”. Afirmó que “ninguna sanción puede obligar al líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa a cambiar o abandonar su opinión”.