El presidente francés, Emmanuel Macron, cumplirá hoy aquí su tercer y último día de su visita oficial a Brasil que se centró en cuestiones estratégicas, firma de acuerdos, cooperación y vínculos económicos.
Fuentes oficiales confirmaron que, en esta capital, Macron será recibido con honores de jefe de Estado y se reunirá con su anfitrión, el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
El encuentro tendrá énfasis en temas bilaterales y globales, además de culturales, pues 2025 marca los 200 años de relaciones diplomáticas entre los dos países.
Asuntos como la reforma de las instituciones multilaterales, incluyendo el asiento permanente de Brasil en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, además de los conflictos entre Israel y el ala militar del movimiento palestino Hamás, y el de Rusia con Ucranias deben ser abordados por ambos.
Cerca de 30 actos podrán ser firmados por Lula y Macron, en diversas áreas.
Después de esa etapa de la plática, los dos líderes harán una declaración a la prensa y más tarde participarán en un almuerzo en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería.
Macron todavía debe ser recibido en el Congreso Nacional por los titulares del Senado, Rodrigo Pacheco, y la Cámara de Diputados, Arthur Lira.
Por la ceremonia de recepción al gobernante galo, la Explanada de los Ministerios se cerrará parcialmente.
El presidente francés llegó a Brasil el martes y, al lado de Lula, su primera agenda fue en Belém, capital del norteño y amazónico estado de Pará, con foco ambiental y en desarrollo sostenible.
La ciudad será sede de la cumbre de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP30) en 2025.
En la jornada, ambos líderes emprendieron un viaje en barco, de aproximadamente 68 kilómetros, hasta una fábrica de chocolates en medio de la Isla del Combu, en el Día Nacional del Cacao.
También en esa zona Macron concedió al cacique Raoni Metuktire, de 92 años, el mayor honor francés y platicó con líderes nativos.
Su viaje se extendió después a la Base Naval de Itaguaí (Río de Janeiro) para participar en el lanzamiento al mar de Tonelero, un submarino convencional de propulsión diésel-eléctrica.
El sumergible fue construido por medio del Programa de Submarinos (Prosub), en una alianza que Brasil y Francia firmaron en 2008.
Como parte de su programa, Macron asistió la víspera en Sao Paulo al Foro Económico Brasil-Francia, junto al vicepresidente Geraldo Alckmin, ministro de Desarrollo, y el de Hacienda, Fernando Haddad.
Datos oficiales indican que el comercio bilateral entre Brasil y Francia fue de ocho mil 400 millones de dólares en 2023. Las exportaciones nacionales sumaron 2,9 mil millones y las importaciones 5,5 mil millones.