La frágil economía de Francia todavía está acosada por un panorama económico sombrío, mientras que su vecina Alemania languidece en recesión y las tensiones geopolíticas continúan.
El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire , ha reducido la previsión de crecimiento económico del país para 2024 al uno por ciento, previendo recortes de gasto de 10.000 millones de euros.
El ministro declaró que el gobierno liderado por Macron recortará el gasto en todos los ministerios y algunos programas para compensar la caída de la productividad y cumplirá con las obligaciones de reducir el déficit presupuestario de Francia para 2024 en un 4,4 por ciento.
“El principio de responsabilidad es actuar en el momento adecuado con rigor pero sin brutalidad para mantener el control de nuestras finanzas públicas, déficits y deudas”, afirmó Le Maire en una entrevista con TF1 TV el domingo.
El prolongado estancamiento de Europa ha presionado al presidente Emmanuel Macron a tratar de ayudar a la sostenibilidad económica de su país y reactivar sus finanzas públicas plagadas de déficit después de que el banco nacional recortó las proyecciones de crecimiento económico.
Macron enfrenta importantes obstáculos a medida que empeoran las perspectivas económicas de Francia. Intentó mejorar las finanzas de Francia sin recurrir a la austeridad ni a aumentos de impuestos, con la esperanza de que reformas laborales profundamente impopulares ayudaran al crecimiento económico.
“Me comprometo a no aumentar los impuestos… Los hemos reducido y no nos desviaremos de esta línea. Los franceses no pueden soportar más impuestos”, afirmó el Ministro de Finanzas.
Las promesas de Macron fueron cuestionadas cuando el gasto aumentó en medio de la pandemia de COVID-19 y la crisis energética derivada del conflicto ucraniano.
En diciembre de 2023, S&P Global Ratings adoptó una opinión negativa sobre la calificación crediticia de Francia, advirtiendo sobre la posibilidad de una rebaja este año en función del gasto público y el desempeño económico.
El aumento del desempleo en 2023 añade presión a la estrategia económica de Macron, mientras que las empresas de las industrias financiera y de la construcción anticipan más pérdidas de empleos.
El gobierno francés ya ha realizado recortes por 16.000 millones de euros en su intento por reducir su déficit del 4,9 por ciento de 2023 al 4,4 por ciento de la producción económica este año.
“Sigue siendo un crecimiento positivo, pero tiene en cuenta el nuevo contexto geopolítico”, insistió Le Maire en referencia a los conflictos en Oriente Medio y Ucrania y la recesión económica de Alemania.
Bajo Macron, la deuda pública de Francia aumentó de 1 billón de euros en 2003 a 3 billones de euros en 2023, y los costos del servicio de la deuda se han disparado debido a la inflación reciente. Alrededor del 10 por ciento de los bonos del gobierno francés están vinculados a la inflación, lo que aumenta sus obligaciones de pago, agravado por el aumento de las tasas de interés fijadas por el Banco Central Europeo.
Macron se enfrenta a un dilema de opciones impopulares, incluido otro aumento del impuesto al diésel que desencadenó las protestas de los “chalecos amarillos” de 2018, que pusieron de relieve la desigualdad económica. Sus esfuerzos por reformar la administración pública del país y las recientes protestas de los agricultores han arrancado 400 millones de euros en concesiones al tesoro.
Las sanciones a Rusia por el conflicto de Ucrania han disparado los precios de la energía y la inflación general. Pero el gobierno ha aumentado el presupuesto militar en un 40 por ciento a 413 mil millones de euros para el período 2024 a 2030 en comparación con el ciclo anterior de 7 años. También prometió el viernes otros 3.000 millones de euros en apoyo a la guerra en Ucrania.