“Seré el presidente de todos los malgaches y estoy dispuesto a trabajar con cualquiera que quiera hacer que el país se desarrolle”, indico el presidente reelecto.
El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, de 49 años, fue investido este sábado para un segundo mandato tras su reelección en la primera vuelta de una votación boicoteada por la oposición, que dijo que no reconocía los resultados.
“Seré el presidente de todos los malgaches y estoy dispuesto a trabajar con cualquiera que quiera hacer que el país se desarrolle”, indico el presidente reelecto a la multitud en un estadio de la capital, Antananarivo.
Seis presidentes africanos asistieron a la ceremonia. Sin embargo, los expresidentes de la cuarta nación insular más grande de la costa sureste de África, Marc Ravalomanana y Hery Rajaonarimampianina, ambos candidatos en las elecciones de noviembre, no estuvieron presentes.
Se desplegaron unos 6.000 policías y militares para garantizar la seguridad.
En menos de dos horas, el presidente, muy aplaudido, prestó juramento “ante Dios, el país y el pueblo”, antes de una revista militar para marcar su estatus de jefe de las fuerzas armadas.
Once millones de votantes fueron llamados a las urnas el 16 de noviembre.
Rajoelina, de 49 años, asumió el poder por primera vez en 2009, tras la destitución de Ravalomanana de la presidencia, respaldada por los militares.
La economía está en crisis y Rajoelina ha dicho que dedicará su nuevo mandato a mejorar los medios de vida en uno de los países más pobres del mundo, a pesar de su riqueza natural.
El país insular rico en recursos es el mayor productor mundial de vainilla, pero una caída de los precios en medio de una demanda lenta en los últimos años ha afectado a la industria y a la balanza de pagos de Madagascar.
Alrededor del 75 por ciento de la población de 29 millones vive por debajo del nivel de pobreza.
El presidente ha visitado en los últimos días zonas pobres de la capital repartiendo lámparas solares en zonas que no tienen electricidad.