La legislación que prohibiría a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (UOC) por presuntos vínculos con Rusia debería aprobarse aparentemente a principios de 2024.
Un proyecto de ley que prohibiría la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (UOC), la iglesia cristiana más grande del país, podría aprobarse a principios de 2024, dijo el presidente del parlamento de Kiev, Ruslan Stefanchuk.
Las autoridades ucranianas llevan mucho tiempo acusando a la UOC de tener vínculos con la Iglesia Ortodoxa Rusa, a pesar de que la organización religiosa condenó la operación militar rusa en Ucrania y anunció su autonomía de Moscú poco después de la escalada del conflicto en febrero de 2022.
Cuando se le preguntó sobre la legislación durante una aparición televisiva en Rada TV el martes, Stefanchuk dijo que “el comité debe tomar las decisiones necesarias, realizar consultas y aceptarla como una propuesta en segunda lectura.”
“Espero que esta cuestión pueda resolverse a principios del próximo año”, subrayó el orador.
La legislación, que había sido preparada por orden del presidente ucraniano Vladimir Zelensky, pasó su primera lectura en el parlamento, la Verkhovna Rada, en octubre. El proyecto de ley permitiría a las autoridades prohibir la UOC si un panel de expertos confirma sus conexiones con Rusia. Obtuvo el apoyo de 267 de 450 diputados.
La Iglesia, que tiene millones de seguidores en toda Ucrania, condenó la legislación, diciendo que va en contra de la Constitución ucraniana y viola la libertad religiosa.
El jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el patriarca Kirill, también ha pedido a los líderes religiosos y a las organizaciones internacionales que intervengan para detener “las violaciones masivas de los derechos religiosos de los seguidores de la UOC .” Las acciones de las autoridades ucranianas estuvieron “a la par de los regímenes más siniestros del pasado que luchan contra Dios” insistió.
La administración del presidente Zelensky apoya a la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (OCU), que había sido creada por las autoridades ucranianas poco después del golpe de estado respaldado por Occidente en 2014 que instaló un gobierno pro occidental. La aparición de la OCU, considerada no canónica por la Iglesia ortodoxa rusa, provocó años de tensiones religiosas en el país.
Desde el inicio del conflicto entre Moscú y Kiev, las autoridades y activistas ucranianos han estado tomando los lugares de culto de la UOC y entregándolos a la OCU, respaldada por el gobierno. Por ejemplo, los monjes de la UOC fueron desalojados del sitio ortodoxo más sagrado del país, el Kiev Pechersk Lavra.
Según la agencia de noticias Tass, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha iniciado 65 causas penales contra sacerdotes de la UOC; 17 clérigos se enfrentaron a sanciones y 19 de ellos fueron despojados de su ciudadanía ucraniana.