Aliyev recalca que “Karabaj es territorio de Azerbaiyán” y promete garantizar los derechos de los armenios para una “futura coexistencia
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, ha destacado que el país “ha recuperado su soberanía” tras el alto el fuego anunciado el miércoles en Nagorno Karabaj tras un día de ofensiva en la autoproclamada república de Artsaj y ha apuntado a “una nueva oportunidad histórica” para lograr “una nueva realidad” y “una paz duradera” en el Cáucaso Sur.
Aliyev ha indicado en un discurso a la nación que la “operación antiterrorista” lanzada el martes fue una respuesta a la muerte de seis azeríes –cuatro militares y dos civiles– por la explosión de dos minas antipersona y ha reiterado que “no fue la primera vez en la que Armenia cometió un acto terrorista”.
Así, ha recalcado que “Azerbaiyán castigó debidamente al enemigo adoptando inmediatamente las medidas necesarias” y ha abundado en que “como resultado del inicio y fin exitoso de estas medidas antiterroristas, Azerbaiyán recuperó su soberanía en torno a las 13.00 horas (del miércoles)”, en referencia a la hora de entrada en vigor del alto el fuego.
Aliyev ha ensalzado el “extraordinario heroísmo, valentía y profesionalidad” de los militares y ha reiterado que “una gran parte del Ejército armenio que estaba desplegado ilegalmente en territorio azerí y que no se había retirado a pesar del compromiso del Estado de Armenia ha sido completamente destruido”.
El presidente azerí ha subrayado que dio “orden estricta” de que la población armenia residente en Karabaj “no se viera afectada por las medidas antiterroristas” y de que “no se alcanzara infraestructura civil y sólo se destruyera infraestructura militar”, algo que “se logró usando armas de gran precisión”.
“El progreso exitoso de la operación preocupó en gran medida a Armenia y a la junta ilegal que opera bajo sus auspicios –en referencia a las autoridades de Nagorno Karabaj–. Ante el desarrollo de la operación, recibimos señales vagas a través de intermediarios. Como resultado de la exitosa ofensiva de nuestras Fuerzas Armadas, esas señales fueron más intensas”, ha detallado, antes de especificar que finalmente se trasladó a Bakú que “las unidades armadas ilegales, las del Ejército armenio, están dispuestas a aceptar nuestras condiciones”.
En este sentido, ha recordado que trasladó el martes al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que el fin de las operaciones pasaba por la retirada de las fuerzas armenias, el desarme de las fuerzas de Nagorno Karabaj y su retirada de territorio azerí. “En caso contrario, iríamos hasta el final, y el enemigo conoce bien nuestra fuerza y determinación”, ha argüido.
Aliyev ha manifestado que, una vez aceptada esta realidad, se procederá a un encuentro con representantes de la comunidad armenia en la región de Karabaj, “quienes se negaron a un encuentro hace meses”. “Mi respuesta es que Azerbaiyán siempre cumple su palabra. Amigos y enemigos lo saben. Nuestra palabra es tan válida como nuestra firma”, ha explicado.
“El proceso de retirada de las unidades armadas ilegales de Armenia de sus posiciones ya ha empezado. Además, han aceptado nuestras condiciones y han empezado a entregar las armas. La pregunta es, ¿quién se ha beneficiado de esta situación? Tras la Segunda Guerra de Nagorno Karabaj trasladamos nuestras legítimas preocupaciones en repetidas ocasiones a Armenia y a sus patrones en el extranjero”, ha recordado.
“Dijimos que la continuada presencia de las Fuerzas Armadas armenias en el territorio de Azerbaiyán era ilegal y debía parar. Dijimos que la junta ilegal debía arriar su llamada bandera, que no vale más que un trozo de tela, y abandonar nuestras tierras, como es nuestro derecho soberano”, ha argumentado.
UNA “NUEVA SITUACIÓN” ES “INEVITABLE”
Por ello, ha reiterado que “Karabaj es territorio de Azerbaiyán, como sabe todo el mundo, incluida la cúpula armenia”. “Después de que Armenia reconociera Karabaj como parte integral de Azerbaiyán, ¿qué estatus puede tener el régimen criminal que toma decisiones allí desde hace 30 años? ¿Qué elecciones puede haber allí?”, se ha preguntado, ante la votación celebrada a principios de mes para elegir al nuevo presidente de la república.
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Aliyev ha incidido en que “el surgimiento de una nueva situación en la región es inevitable” y ha recalcado que “tras la rendición de la junta criminal, esta fuente de tensión, este nido de veneno, ha sido dejado en los libros de historia”. “La población armenia de Karabaj puede respirar tranquila”, ha defendido.
“Lo he dicho antes y lo quiero repetir ahora. La población armenia de Karabaj son nuestros ciudadanos. Los nacionalistas armenios, criminales de guerra y los llamados líderes de Armenia y Karabaj los tomaron como rehenes y envenenaron sus mentes. Les inyectaron mentiras interminables sobre Azerbaiyán y su pueblo, les lavaron el cerebro y les envenenaron”, ha reiterado.
“Estoy seguro de que la población armenia que vive en Karabaj verá pronto un cambio a mejor. Pretendemos construir una vida juntos basada en la paz, el entendimiento mutuo y el respeto mutuo. No tenemos problemas con el pueblo armenio. No hay enemistad. A pesar de todas las injusticias y crímenes cometidos por el régimen criminal armenio, nunca hemos culpado al pueblo armenio de ello”, ha dicho.
Por ello, ha resaltado que las reuniones que arrancarán este jueves en la ciudad azerí de Yevlax servirán para trasladar a los representantes de la comunidad armenia “las visiones de una futura coexistencia” y ha prometido que “sus derechos estarán garantizados: educativos, culturales, religiosos y electorales a nivel municipal, ya que Azerbaiyán es una sociedad libre”.
Aliyev ha propuesto además “que el futuro de los países del Cáucaso Sur esté basado en la paz, la tranquilidad y el desarrollo”. “Dejen que el Cáucaso Sur, que ha sido un lugar de lucha, guerra y enfrentamientos sangrientos desde hace siglos, respire con alivio. Hemos tenido suficiente”, ha manifestado.
“Esto es lo que pedimos y quiero decir que la posición del Estado armenio estos dos últimos días da la esperanza de que no esté lejos el día en el que Azerbaiyán y Armenia resuelvan sus problemas, firmen un acuerdo de paz y los países del Cáucaso Sur empiecen a trabajar en una futura cooperación en un formato trilateral –junto a Georgia–“, ha explicado.
“Al mismo tiempo, también debo decir que aquellos que nos odian, los que odian nuestra tierra y los que quieren nuestros territorios nunca deben olvidar que el puño de hierro siempre estará preparado. Nadie nos puede hablar en el lenguaje de las órdenes y los ultimátums. Que nadie olvide que Karabaj es Azerbaiyán”, ha zanjado.