“Oleksiy Reznikov ha vivido más de 550 días de guerra. Pienso que es necesario implementar nuevos enfoques y formas de interactuar con el ejército y la sociedad civil en general en el ministerio”, declaró el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en su discurso a la nación.
Este domingo Volodimir Zelenski anunció el despido de su ministro de Defensa en medio de la contraofensiva lanzada por Kiev para recuperar los territorios ocupados por Rusia.
“He decidido reemplazar al ministro de Defensa de Ucrania. En el futuro próximo Oleksiy Reznikov será sustituido por Rustem Umerov”, expresó su decisión el presidente ucraniano.
Reznikov, de 56 años, se convirtió en responsable del cargo solo tres meses antes de la invasión rusa en Ucrania en febrero de 2022. Durante ese tiempo, se encargó de liderar las negociaciones con los aliados con el objetivo de proveer a las fuerzas ucranianas con armamento de última generación.
En febrero pasado, la reputación de Reznikov se vio amenazada debido a su implicación en varios casos de corrupción en contratos públicos, sin embargo, logró mantener su posición. Últimamente, se ha visto envuelto en un escándalo que tiene que ver con un contrato de suministros militares que firmó con una compañía turca.
Zelenski propuso a Rustem Umerov, líder del Fondo de Propiedad Estatal, como reemplazo de Reznikov en el puesto de Defensa, esto fue anunciado pocas horas después de que Rusia llevara a cabo ataques a varios lugares industriales en la región suroeste de Ucrania, cerca de la frontera con Rumania, a lo largo del río Danubio.
La oficina del fiscal general de Ucrania declaró en Telegram: “Se produjo un ataque por parte del enemigo en las infraestructuras industriales civiles de la región del Danubio”.
De acuerdo con el fiscal, las fuerzas ucranianas lograron derribar 22 de los 25 drones utilizados en el ataque. El ejército ruso, por otro lado, afirmó que llevó a cabo un asalto de drones contra el puerto de Reni, situado en la frontera con Rumania, un país miembro de la OTAN.
Ambos países, Rumania y Moldavia, condenaron el ataque, aunque Bucarest enfatizó que los ataques rusos “no generaron ninguna amenaza militar directa tanto para el territorio nacional como para las aguas territoriales de Rumania”. Un ataque directo contra un país miembro de la OTAN podría desencadenar una escalada adicional del conflicto.
El presidente ucraniano reveló que había discutido con su homólogo francés, Emmanuel Macron, sobre cómo “fortalecer la seguridad en la región de Odesa” y sobre los “medios para garantizar el funcionamiento” de un corredor establecido por Kiev en el Mar Negro para permitir una navegación segura, después de que Rusia se retirara del acuerdo sobre la exportación de granos.