El Alto Representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, este jueves ha admitido que los Veintisiete tendrán que examinar exhaustivamente su política hacia África, ya que la serie de golpes de Estado demuestra que no ha sido exitosa.
“No se puede decir que haya sido un éxito la política exterior de la Unión Europea en África”, afirmó Borrell al llegar a la reunión informal de ministros de Exteriores de la UE cuando se le preguntó sobre la política europea hacia África y sus resultados, mencionando específicamente la “proliferación de golpes militares” que han tenido lugar en Malí, Burkina Faso, Níger y ahora en Gabón, así como la presencia de mercenarios rusos de Wagner en estas áreas.
Según Borrell, la Unión Europea necesita “revisar a fondo” su política hacia el continente, enfocándose en “una voluntad de cooperación” y destacando la importancia de buscar “soluciones africanas a los problemas africanos”.
Es por esta razón que este jueves, Omar Touray, presidente de la Comisión de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), se encuentra en Toledo junto con el ministro de Exteriores de Níger, Hassoumi Massoudou, para discutir específicamente la situación de su país.
El pasado 26 de julio, hubo un golpe de Estado en Níger llevado a cabo por las fuerzas militares. Desde entonces, el presidente y su familia están bajo arresto domiciliario. El ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, ha solicitado su liberación y ha dejado claro que España no reanudará la colaboración en el desarrollo con el país mientras continúe existiendo “este estado de ruptura constitucional y democrática”.
La Unión Europea se ha unido a la CEDEAO y está dispuesta a tomar medidas para restaurar la democracia en el país. Aunque no se han especificado, estas medidas podrían incluir sanciones económicas o el apoyo a una intervención militar, ya que Burkina Faso ha mostrado disposición para enviar tropas al país.
“La solución a los problemas de Níger debe provenir de las instituciones africanas”, afirmó Borrell.
Por otro lado, el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, ha manifestado un fuerte rechazo a la posibilidad de una intervención militar en Níger, abogando por “proteger la democracia a través de la diplomacia en lugar del uso de armas”. Ha advertido que una guerra en Níger sería catastrófica, ya que resultaría en más desplazados y refugiados.
Europa había acordado proporcionar 17 millones de euros como ayuda a Níger, pero cesó el envío después de que se produjera un golpe de Estado. Lo mismo sucedió con la cooperación española, que ha suspendido la transferencia de fondos. Sin embargo, ambos continúan utilizando vías diplomáticas para promover la restauración de la democracia en el país. La Embajada de España se encuentra en funcionamiento con sus empleados trabajando, aunque la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció que los cuatro agentes del CNI que estaban en el terreno han abandonado el país.