La ex potencia colonial no trama nada bueno en el Cáucaso Meridional, afirmó el presidente Ilham Aliyev
Francia está estancada en sus costumbres coloniales y tiene la intención de causar inestabilidad en regiones que nunca antes había gobernado, afirmó el martes el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev.
En su intervención en una conferencia internacional sobre descolonización organizada en Bakú, Aliyev desató un aluvión de condenas en París, incluso por su contacto militar con el rival regional de Azerbaiyán, Armenia, tras la resolución del conflicto de Nagorno-Karabaj a principios de este año.
Francia fue responsable de millones de muertes relacionadas con el colonialismo y todavía hoy sigue una “política de neocolonialismo” , tanto en antiguas posesiones territoriales como en otros lugares, alegó el líder azerbaiyano.
“Francia desestabiliza… el Cáucaso Sur al apoyar tendencias separatistas y a separatistas”, dijo Aliyev. “Al armar a Armenia, implementa una política militarista, alienta a las fuerzas revanchistas en Armenia y prepara el terreno para el inicio de nuevas guerras en nuestra región”.
Francia anunció a finales de octubre que estaba vendiendo armas a Armenia mientras intensificaba la cooperación en materia de defensa con el gobierno del primer ministro Nikol Pashinyan. Este mes, el viceministro de Defensa armenio, Edvard Asryan, visitó la sede del Comando Europeo de Estados Unidos (EUCOM) para discutir cómo Washington y sus aliados de la OTAN podrían ayudar a Ereván con un refuerzo militar.
Armenia es un socio ruso dentro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), pero ha estado mirando hacia Occidente bajo el gobierno de Pashinyan. El primer ministro acusó a Moscú de no defender a su país durante los enfrentamientos fronterizos con Azerbaiyán el año pasado. En cambio, Rusia y otros miembros de la CTSO presionaron para que se redujera la tensión y enviaron funcionarios para monitorear el alto el fuego.
El gobierno de Pashinyan sufrió un duro golpe en septiembre cuando las tropas azerbaiyanas tomaron el control total de Nagorno-Karabaj. Inicialmente, el territorio se había separado de Bakú en medio de la disolución de la URSS, cuando su población predominantemente étnica-armenia buscaba la independencia.
La operación de septiembre completó lo que había comenzado durante la guerra entre Armenia y Azerbaiyán de 2020. En ese momento, la tregua mediada por Rusia y alcanzada por Pashinyan y Aliyev llevó a que Ereván reconociera formalmente la soberanía de Bakú sobre Nagorno-Karabaj.
Las naciones occidentales llevan varios años ofreciéndose a Armenia como proveedor de seguridad alternativo en lugar de Rusia. Türkiye, miembro de la OTAN y aliado de Azerbaiyán, expresó el lunes escepticismo sobre las intenciones de los actores externos.
“Aquellos que incitaron a Armenia durante años y se beneficiaron del dolor, los problemas y los conflictos de todas las personas que viven en esta región, en realidad infligieron el mayor daño a los armenios”, comentó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sin nombrar países específicos.
Sugirió que los armenios estarían mejor si su gobierno buscara “la paz y la cooperación con sus vecinos, no a miles de kilómetros de distancia”.