Zamora, León, Ourense, Cáceres, Palencia… más de 391.000 hectáreas de terreno (el equivalente a la isla de Mallorca) han ardido en 230 incendios en España en lo que va de año, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales. De ese modo, 2025 acabará siendo el peor del siglo en cuanto a superficie quemada. Para encontrar un año peor hay que remontarse a 1994, cuando ardieron 437.602 hectáreas.
Este año, la inmensa mayoría de las hectáreas han sido pasto de las llamas en este mes de agosto ya que la cifra, a 29 de julio, era de 41.903 hectáreas pero, a partir del día 7, el recuento de hectáreas iba por 47.302. Por lo tanto, el número se ha disparado en los últimos días, hasta alcanzar las 391.581, ya que en estas semanas han ardido cerca de 340.000 hectáreas.
Intención o negligencia
Los expertos en Ingeniera Forestal calculan que más del 90% de los fuegos en el monte que se producen en España han sido provocados por la mano del hombre. Eso incluye la intencionalidad, pero también la negligencia (por descuido).
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico calcula que el 96% de los fuegos “tienen origen en la acción humana” (con intención o por negligencia). Coincide con el Gobierno WWF España, que estima que un 95% de los incendios tienen causa humana y que de ellos, un 55% son provocados. Según la organización conservacionista, ese porcentaje da idea de la existencia de “graves conflictos sociales y económicos” que siguen sin resolverse desde hace décadas.
Según un informe del Ministerio de Agricultura de 2019, sólo en el 17% de los incendios provocados se logró identificar al culpable.
Según la Memoria de la Fiscalía General de 2023, los incendios generados por negligencia representaron el 68% del total, mientras que el 19% fueron intencionados (en 2022 fueron el 25,5%).
Ya van 93 investigados y 33 detenidos
Como consecuencia de los incendios de este durísimo agosto, las detenciones por incendios forestales son ya 33 desde el pasado 1 de junio y hasta la medianoche del pasado lunes, según ha informado el Ministerio del Interior. Además, el número de investigados por los fuegos asciende a 93.
Según los datos trasladados en la reunión mantenida este martes por el Comité Estatal de Coordinación contra los incendios, la Policía Nacional ha detenido a nueve personas y ha investigado a otras ocho. Por su parte, la Guardia Civil ha arrestado a 33 personas y ha investigado a 85.
En las últimas horas ha trascendido la detención de un vecino de Petín (Ourense), detenido por prender sin autorización un fuego para crear un cortafuegos, y al que han defendido sus vecinos, y la declaración ante la Guardia Civil de una octogenaria como presunta autora de varios conatos de incendio en Celanova (Ourense).
En Zamora, un hombre fue arrestado como presunto autor de un incendio por imprudencia en Puercas de Aliste, un fuego que arrasó más de 4.000 hectáreas. Según la Guardia Civil, el incendio se originó en un depósito irregular de residuos y vidrios, que, bajo efecto lupa y condiciones meteorológicas adversas, provocó el fuego.
En Ávila, el día 12, los agentes detuvieron a un empleado vinculado a la extinción de incendios por un fuego en Cuevas del Valle, que superó las 2.000 hectáreas.
En Galicia, entre los detenidos hay un pirómano acusado de provocar el incendio de Oímbra, ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
Qué castigo les podría esperar
El Código Penal tipifica en los artículos 351 al 358 bis los delitos relacionados con los incendios forestales. Allí se pone el acento en los fuegos que ponen en peligro la vida de las personas. De ese modo, castiga con penas de entre 10 y 20 años de prisión y multas de entre 12 a 24 meses a quien provoque un incendio que ponga en juego la vida o la integridad física.
El balance humano de la ola de incendios de este mes de agosto recoge la muerte de cuatro personas. La última fue un bombero forestal al volcar su autobomba en Espinoso de Compludo (León). Otros dos hombres, bomberos voluntarios, murieron en Castilla y León combatiendo las llamas, y antes lo hizo un empleado rumano de una hípica del norte de Madrid cuando trataba de proteger a los caballos del fuego.
Si no hay peligro para la vida de las personas, el Código Penal recoge para el responsable de un fuego una sanción de 1 a 5 años y multas de 12 a 18 meses. Se eleva a de 3 a 6 años, incluso 24 meses cuando el alcance es de “especial gravedad”. Este último concepto se refiere a daños a grandes superficies, efectos erosivos, alteraciones significativas de fauna o flora, destrucción de recursos, afectación de espacios protegidos o motivación lucrativa.
Pero detener a los culpables no es sencillo y condenarlos aún menos. Un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de 2019 detalla que solo en el 17% de los incendios provocados se consiguió identificar al culpable.
En Los incendios forestales en España se recoge que únicamente en el 2% de los incendios causados por mano humana se detuvo al responsable.