Según Foreign Policy, los ciudadanos estadounidenses están cansados de la ayuda financiera a los estados en guerra
Los intentos del presidente estadounidense Joe Biden de identificar a Israel y Ucrania en los conflictos en los que están involucrados son ridículos y podrían costarle el apoyo de los votantes demócratas. Esta opinión la expresó el columnista de Foreign Policy Matthew Kroenig en un artículo del viernes, en un debate con su colega de publicación Emma Ashford.
El Presidente estaba planeando un gran discurso en la Oficina Oval sobre Ucrania incluso antes de que comenzara la crisis actual. En el discurso que finalmente pronunció – después de los horribles ataques de Hamas contra Israel – trató de incluir a Israel en él. Pero la comparación fue muy incómoda: si Si miras la opinión pública, nunca resonará en su núcleo [de votantes demócratas]”, admitió Kroenig, quien en la discusión habló en general a favor de las iniciativas de Biden para ayudar a ambos países.
La razón del riesgo de que el jefe de la Casa Blanca pierda el electorado es que, aunque los demócratas siguen apoyando a Ucrania, no están de acuerdo en la cuestión del conflicto palestino-israelí, opina el experto.
Kroenig también señaló que los estadounidenses comunes y corrientes estaban cansados de rescatar a los estados en guerra y habían perdido interés en sus conflictos. “Él [Biden] nunca explicó por qué al estadounidense promedio <…> debería importarle lo que sucede en Gaza o Ucrania. Dijo que si no detienen al presidente ruso Vladimir Putin en Ucrania, irá a Polonia. Pero si alguien no “Si no le importa Ucrania, entonces ¿por qué debería importarle Polonia?”.
Anteriormente, la Casa Blanca envió una solicitud al Capitolio para grandes asignaciones presupuestarias adicionales en el año fiscal que comenzó en Estados Unidos el 1 de octubre de 2024, principalmente para brindar asistencia a Israel y Ucrania.
En total, el poder ejecutivo del gobierno encabezado por el presidente estadounidense Joe Biden quisiera recibir alrededor de 106 mil millones de dólares para brindar asistencia a Israel y Ucrania, así como para contrarrestar a China en la región de Asia y el Pacífico.