Wednesday, February 5, 2025
HomeNoticiasImportantes opinion noticiasEl Gobierno de Barnier cae en menos de tres meses tras perder...

El Gobierno de Barnier cae en menos de tres meses tras perder la moción de censura: Francia vuelve al caos

Francia vuelve a la incertidumbre solo tres meses después de (más o menos) salir de ella. Todo fue un espejismo. Este miércoles el Gobierno ha perdido la moción de censura presentada en la Asamblea Nacional por el Nuevo Frente Popular (NFP) y apoyada por la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, tal como se había anunciado estos días.

De este modo, el Ejecutivo de Michel Barnier se ha convertido en el más corto de la V República: no ha llegado a cumplir ni cien días y el país se sume de nuevo en el caos político.

La votación concluyó con 331 votos a favor de la moción, sin sorpresas respecto a lo anunciado por los partidos políticos en las jornadas precedentes. Además, Barnier se convierte en el primer líder del Ejecutivo que cae en una moción de censura desde George Pompidou, que lo hizo en 1962.

El Ejecutivo, que ya se aprobó con muchas dudas el pasado verano y apoyado en la ultraderecha, ha caído después de que Barnier aprobara el pasado lunes el Presupuesto de Seguridad Social por decreto, a través del artículo 49.3 de la Constitución, y saltándose al Parlamento.

No tenía apoyos para una votación, incluso pese a ceder ante RN en temas como la energía o las pensiones. Ese paso motivo que el NFP, fuerza mayoritaria de la Asamblea, presentase una moción de censura, a la que ha sumado los votos del partido de Le Pen. “He venido para vivir este momento, que es especial y es histórico”, sostuvo sobre el debate Jean Luc Melénchon, líder de Francia Insumisa, a su llegada al Parlamento pese a no ser diputado

Antes de los votos se produjo un acalorado debate entre los diputados ante la mirada del propio Barnier, que fue el último en intervenir para elevar la labor de su efímero Gobierno. Tuvo que pedir “respeto” ante los abucheos que recibió al inicio de su discurso, y apuntó que ha “escuchado, respetado y dialogado” durante estos días, haciendo “concesiones” a los distintos partidos políticos en temas como “las pensiones, la reducción de las cargas, el reembolso de los medicamentos”.

Ya de salida, el primer ministro esgrimió que la moción “lo hace todo mucho más difícil” para la nación. “Quiero invitarles a sopesar las consecuencias de este voto”, repitió ante los diputados. “Nunca sacrifiquen el futuro por el presente, como dijo Pierre Mendès-France. Yo también les recomiendo que, cuando voten, tengan presente esta frase y esta recomendación. Todos sabemos que las consecuencias van mucho más allá de lo que contiene este proyecto de ley”, terminó.

Nunca sacrifiquen el futuro por el presente

Desde la tribuna, Barnier miró a Marine Le Pen. “Señora Le Pen, no tenemos la misma idea de la soberanía, ni del patriotismo”, le dijo. El veterano dirigente tuvo más críticas que aplausos mientras hablaba, en una foto que era ni más ni menos que la previa del resultado final.

Con voz poco firme, de hecho, Barnier insistió en que la situación no va de un Gobierno o de otro, sino de Francia “en su conjunto”. Fue, de hecho, un discurso de despedida. “Cada uno es responsable de los demás. Todo el mundo es el único responsable. Todo el mundo es el único responsable de todo el mundo”, comentó un Barnier, para quien ha sido, dijo, “un honor haber servido a Francia y a los franceses”.

La moción de censura que salió adelante, la registrada por el NFP, fue defendida por Eric Coquerel, de la Francia Insumisa. “Vuestro fracaso estaba anunciado, y ha sido amargo”, le dijo al que todavía era en ese momento primer ministro galo. “Habéis demostrado que los únicos compromisos dispuestos a admitir eran los negociados con vosotros mismos. Peor aún, finalmente habéis intentado compromisos pero con la extrema derecha.

Esta Agrupación Nacional que ustedes han favorecido viola el aluvión republicano que se expresó el pasado mes de julio. Este compromiso no evitará vuestra caída”, sentenció Coquerel.

Pese a culpar también a Macron, Le Pen se suma a la moción de censura, pero no habla de destituir al presidente, algo que sí ha puesto con la boca pequeña sobre la mesa Francia Insumisa.

“Tengo demasiado respeto por el cargo supremo, demasiada deferencia hacia nuestras instituciones como para participar en ninguna iniciativa parlamentaria que pida la destitución”, expresó, antes de añadir que es el propio presidente el que tiene que decidir “si poner por delante a Francia o a su orgullo”.

RELATED ARTICLES

Most Popular