El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha reclamado a la comunidad internacional que entregue fondos de manera “urgente” para ayudar a las autoridades de Armenia a hacer frente a la “emergencia humanitaria” derivada del éxodo desde Nagorno Karabaj, que suma cerca de 90.000 llegadas en menos de una semana.
La ONU está “profundamente preocupada” por la evolución de la situación, ya que aunque el Gobierno armenio está ofreciendo ayuda de manera “encomiable”, “se necesita más apoyo financiero”. La representante de ACNUR en Armenia, Kavita Belani, confía en la “solidaridad” y la “responsabilidad” de la comunidad internacional.
Naciones Unidas está ya elaborando un plan entre sus diversas agencias y tiene previsto lanzar una petición formal de fondos. “Es importante que se tengan en cuenta las necesidades tanto a corto plazo como a medio y largo plazo”, ha explicado este viernes Belani.
Los equipos de ACNUR ya están sobre el terreno “desde el día uno” y han podido constatar que los refugiados llegan “agotados, asustados y preocupados por su futuro”. La mayoría llegan a la región de Syunik, sin saber “qué ocurrirá con las casas de donde han huido y si podrán volver” a Nagorno Karabaj, cuyas autoridades prevén disolver la autoproclamada república.
“Están nerviosos por lo que les pueda pasar y preocupados por si sus hijos podrán ir a clase. La mayoría llegan con pocas pertenencias y requieren asistencia de emergencia, como por ejemplo mantas, ropa de cama, apoyo médico y psicosocial y refugio”, ha resumido Belani.
A quienes no tienen familiares o allegados con los que poder quedarse, las autoridades armenias les ofrecen alojarlos en hoteles, centros sociales y escuelas, pero la representante de ACNUR ha incidido en que las “enormes cifras” que deja ya esta crisis de desplazamiento hacen que sean necesarios nuevos centros con capacidad para albergar a los refugiados